El TLCAN no ha correspondido a las expectativas y mucha gente que esperaba que el acuerdo disparara el crecimiento económico en México quedó defraudada, afirmó el premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman.

En una ponencia ante la comunidad estudiantil de la UNAM, el académico dijo que en un principio el TLCAN iba a ayudar a México en su transformación hacia una verdadera democracia, donde hubiera más Estado de derecho.

Añadió que un segundo elemento es que le iba a permitir diversificar su economía, y en tercer lugar generar un mayor crecimiento de su PIB.

En el auditorio Alfonso Caso de Ciudad Universitaria, reconoció que en los dos primeros aspectos tuvo éxito, porque en términos políticos México es un lugar más democrático, y en los económicos es más diversificado y estable.

Sin embargo, en crecimiento económico no ocurrió lo esperado, explicó el profesor de la Universidad de Princeton.

El ex canciller Jorge Castañeda, quien acompañó al Nobel, comentó que el TLCAN ha traído ciertos beneficios a México sin duda, pero mucho menos de lo que se esperaba.

Mientras que el PIB per cápita de Panamá creció 122% entre 1996 y 2016, el de República Dominicana 105%, el de Perú 86%, el de Costa Rica 66% y el de Colombia 53%, el de México apenas lo hizo en 25%.

“El acuerdo comercial fue sobrevendido como un motor de crecimiento y no me refiero a que sea un tema específico del TLCAN, sino que había una cuestión ortodoxa de los creadores de política del Consenso de Washington a principios de los 90, que aventaba a todos los países al comercio internacional porque así todos seguirían los pasos de Corea del Sur.

“Pero eso nunca estuvo bien justificado ni bien cimentado en términos de la teoría económica, ni tampoco había sustento de evidencias, era una historia inventada que era también políticamente conveniente”, mencionó Krugman.

El premio Nobel dijo que una razón porque la no se logró el crecimiento esperado en México puede ser por la disparidad regional.

Otro aspecto que limitó el dinamismo de la economía fue el rezago educativo, “aquellos verdaderos milagros del crecimiento, que debió haber emulado México, todos estos países tienen poblaciones extremadamente educadas aun siendo pobres”, destacó.

Reconoció que ninguno de estos aspectos son atributos del TLCAN, sino que son problemas intrínsecos del país.

“En términos racionales no deberíamos estarle haciéndole nada especial al TLCAN porque no es la salvación del universo, pero tampoco es una cosa terrible, creo que ni valdría la pena estar hablando sobre el tema, salvo por el presidente que tenemos en Estados Unidos” dijo Krugman.

Estados Unidos cuenta con propuestas que tienen cierta lógica pero que son inaceptables para México y Canadá y que colocan al país en una situación muy difícil porque si quiere seguir en la mesa indefinidamente eso puede prolongarse todo 2018, comentó Castañeda.

Levantarse de la mesa es muy arriesgado para México, sería preferible que Estados Unidos cargara con el costo político, pero si el gobierno mexicano sabe que Trump va a terminar por levantarse, quizás convenga que México se levante antes.

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