El peso mexicano volvió a ceder terreno frente al dólar estadounidense y se convirtió en la divisa más perdedora de la jornada de ayer.

La divisa se vendió en 16.90 pesos en ventanillas de Banamex, una cotización sin precedentes y la décima quinta vez que impone un máximo histórico en lo que va del año.

El derrumbe de la moneda nacional fue derivado de las pérdidas generalizadas que sufrió el mercado petrolero, luego de que la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EU) publicara que los inventarios de crudo de la semana pasada aumentaron en 2.62 millones de barriles, lo que contrastó con el descenso de 777 mil toneles que se esperaba.

Este reporte afectó la cotización de la mezcla mexicana de exportación, que ayer concluyó en 38.15 dólares por barril, su menor precio desde el 26 de enero y a sólo 79 centavos de igualar su importe más bajo en el año.

Un evento que remató una jornada complicada fue la minuta de la más reciente reunión del Comité de la Reserva Federal estadounidense.

Dos horas más tarde de darse a conocer ese informe, y en su intento por brindar liquidez al mercado cambiario, el Banco de México ofertó 200 millones de dólares, aunque sólo se asignaron 33 millones, con un tipo de cambio ponderado de 16.5961.

Pese a la medida, la moneda nacional no recuperó terreno y el dólar cerró su cotización rozando los 17 pesos en las ventanillas.

Analistas consideraron que la moneda mexicana se acerca a niveles más consistentes con la realidad actual de retiro de liquidez global, lo cual hace prever que la cotización frente al dólar supere los 17 pesos al menudeo.

Defenderán moneda. Horas antes de que los mercados cerraran, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, aseguró que la institución hará todo para evitar que la depreciación del peso afecte a la inflación del país.

Afirmó que las disposiciones que se han tomado han funcionado, aunque las evaluarán de manera permanente para tomar decisiones oportunas en caso de que se requieran.

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