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El presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Petrolera (Amipe), Erik Legorreta, aseguró que “más allá de la coyuntura de precios del petróleo y recortes presupuestales, las empresas mexicanas estamos levantando la mano para participar de manera activa en el nuevo modelo energético”.

Agregó que cada proyecto en que participe una empresa nacional “tendrá mayores efectos en la economía real”.

En el marco de la conmemoración del 77 Aniversario de la Expropiación Petrolera, el representante de más de 3 mil empresas proveedoras y contratistas de Petróleos Mexicanos (Pemex) indicó que con la reforma energética en marcha, “el reto ahora es hacer que la industria nacional que participa en este sector se potencialice y desarrolle para que se incremente la correa de transmisión hacia la economía real”.

Legorreta aseguró que hay un compromiso de los empresarios mexicanos de participar activamente en la transformación de la industria petrolera.

Ante miembros de la Amipe, reconoció que la expropiación llevada a cabo en 1938 marcó un hito en la explotación de los recursos naturales en el país, permitiendo el desarrollo de un modelo de industria energética que trajo muchos beneficios a la sociedad.

“Pemex seguirá siendo el eje rector energético, pero las empresas proveedoras, contratistas y de servicios tenemos, frente al nuevo modelo de competencia, la obligación de capitalizarnos, adoptar mejores prácticas internacionales, transparentarnos, invertir en capital humano y tecnología. En contraparte esperamos tener participación en condiciones justas", afirmó.

Entendemos, dijo, que cada proyecto en que participe una empresa mexicana tendrá mayores efectos en la cadena de producción nacional y hará más palpables los resultados de la reforma a la ciudadanía.

El dirigente empresarial comentó que durante el siglo XX el modelo demostró ser exitoso permitiendo que la industria energética se consolidará como punta de lanza de la economía nacional, pero hoy es necesario que el sector se transforme para seguir siendo motor del desarrollo nacional, por lo cual se requería una reforma de fondo.

Legorreta agregó que el reto por venir es hacer que la industria nacional que participa en el sector se desarrolle en favor de la cadena productiva y en la economía.

La única forma de hacerlo, indicó, es garantizando que las grandes, medianas y pequeñas empresas mexicanas participen en los proyectos que detonó la reforma, lo que redundará en mayores empleos y beneficios.

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