En un año de muy bajo crecimiento económico, con una evolución de precios favorable, las expectativas de inflación han comenzado a cambiar. En noviembre, sorprendió el alza por mayores precios de la electricidad y en diciembre se anticipa otra sorpresa por el inicio del proceso de aumentos en refrescos y otros alimentos procesados. Para 2014, el impacto fiscal anticipa, también, un incremento en precios.

Durante los primeros seis meses del año, el debilitamiento de la actividad económica, y la disminución de los precios de las materias primas, provocó un entorno de inflación baja, que incluso permitió al Banco de México, ajustar la tasa de referencia durante tres ocasiones en el año, siendo el 25 de octubre la última ocasión. Esta acción permitió apoyar la reactivación económica, ya observada en el tercer trimestre del año, sin comprometer la meta inflacionaria objetivo.

Así, la inflación general se mantuvo en niveles de alrededor de 3.5%, mientras que la subyacente se ubicó en niveles históricamente bajos, 2.5%. Sin embargo, en noviembre el incremento en el Índice Nacional de Precios al Consumidor fue de 0.93%, superior a 0.68% registrado en igual mes de 2012. Este resultado obedece, fundamentalmente (casi en 90%), al aumento del índice no subyacente debido al alza en energéticos (en electricidad ya terminaron los subsidios de temporada cálida) y por el ascenso en los precios de jitomate y cebolla, aunque éste de carácter temporal; así como por las alzas en el precio de la gasolina. La disminución en la segunda quincena del mes, en el componente de “mercancías no alimenticias”, del índice subyacente, de 0.12% por el efecto de descuentos del buen fin, no pudo contrarrestar los aumentos antes discutidos.

La inflación en diciembre, se esperaría del orden de la que fue en el onceavo mes del año. Varios factores contribuirán a este suceso: por efecto de la reforma fiscal, muchas empresas han decidido adelantar dividendos, lo que puede aumentar el gasto de consumo por arriba del tradicional estacional; asimismo, además del incremento a las gasolinas (ya con precios superiores a las de. EU) se agregan la subida al precio de los refrescos, golosinas y otros alimentos que contengan alto contenido calórico y el alza del precio del metro de la Ciudad de México que fue de 67%. El impacto de este último factor, tendrá aproximadamente un efecto de 0.20% en la inflación general, por el número de usuarios de este transporte público, que es del orden de 10 millones diariamente. Así las cosas, la inflación en el último del mes del año podría ser hasta de 1.0%, cuando el año pasado fue de 0.23%, y terminaría en 2013 en el orden de 4%, cuando a finales de octubre se esperaba fuera de 3.7%.

En 2014 la economía mundial observará una mayor expansión, destacando el desempeño de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Japón. Estados Unidos seguirá avanzando a tasas más aceleradas, en relación a su evolución mostrada en la mayoría del año que finaliza.

El progreso sustancial que se ha tenido en el desapalancamiento en varios sectores, tendrá sus frutos en 2014, con mayor ímpetu al gasto. Asimismo, EU está tomando ventaja de tecnologías emergentes que seguramente incidirán en mayor creación de empleos y atracción de inversiones (en particular el boom energético está reduciendo el déficit comercial de este país). En relación a Europa, por fin se dio un golpe de timón a la recesión, si bien la recuperación no es generalizada. En particular, Alemania se está beneficiando por un fuerte mercado laboral y se espera en Reino Unido un mejor desempeño que en el pasado reciente, por un mayor foco al crecimiento que a la austeridad. Japón, por su parte, sigue con medidas agresivas que seguirán impulsando su avance económico.

El crecimiento estará de vuelta en el mundo desarrollado y México se verá beneficiado, particularmente, por el mejor escenario macroeconómico estadounidense. Adicionalmente hay que considerar un mayor gasto público previsto en 2014 —la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ya comenzó a realizar licitaciones para tener listo la marcha de obras el próximo enero, así como anunció la ampliación de los aeropuertos de Toluca y México—, y esto comenzará a mover recursos a las empresas ganadoras. Aunado a esta política expansionista, estarán las mejores perspectivas por las reformas aprobadas, y la probabilidad de que la volatilidad en los mercados financieros continúe, por lo que no pueden descartarse ajustes cambiarios con el consecuente impacto inflacionario. Así, las proyecciones de inflación para 2014 tendrán que ser modificadas a una cifra superior a 4%.

* Es coordinadora de la Maestría en Economía y Negocios y Directora del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac en la Universidad Anáhuac, México Norte.

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