En los últimos 10 años, la dependencia de los estados y municipios en América Latina a las transferencias de recursos federales, se ha acentuado y no han hecho grandes esfuerzos por incrementar sus ingresos propios, destacó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

“Cuando las transferencias crecen mucho, sin vinculación a las necesidades de gasto de los gobiernos subnacionales, éstos pueden volverse adictos a las transferencias”, advirtieron los especialistas del organismo Axel Radics y Martín Ardaz.

En el reporte Adicción a las transferencias: Recomendaciones para evitarlas, se pone de manifiesto que entre 2000 y 2010 el gasto de los gobiernos locales en la región como proporción del PIB pasó de 5.9% a 7.4%; en tanto que sus ingresos propios crecieron de 2.7% a 3% con un desbalance vertical que creció de 3.3% a 4.3% respecto al tamaño de la economía.

Dijeron que con ello sólo expanden sus gastos más allá de sus recursos, con la expectativa de recibir transferencias adicionales del gobierno central, pudiendo generar un riesgo para las finanzas públicas nacionales.

Para prevenir el riesgo de la adicción a las transferencias, exhortaron a que el diseño de dichos recursos esté orientado a que aporten ni más ni menos que los recursos que los gobiernos subnacionales necesitan para cumplir con sus funciones. Esto junto con el desarrollo de las capacidades para utilizarlas y los sistemas de información para su seguimiento.

Los especialistas indicaron que es importante procurar que los gobiernos subnacionales financien sus gastos con sus propios ingresos, a través de potestades tributarias y de un mayor esfuerzo de recaudación.

Estimaron que los estados y municipios de los países en AL ejecutan en promedio más de un cuarto del gasto de todo el gobierno consolidado, lo que significa que se duplicó la participación de hace tres décadas.

Es una característica la dependencia de transferencias; en promedio, las haciendas locales en la región tienen una estructura de financiamiento que contrasta con la de los países desarrollados y regiones similares como Europa del Este y Asia emergente.

Observaron que esta adicción se ha acentuado durante la última década a raíz del crecimiento de las transferencias vinculadas a recursos naturales.

“Es importante que los gobiernos subnacionales financien sus gastos con sus propios recursos porque cuando los ciudadanos cargan con el esfuerzo de financiarlos, tienen mayores incentivos para exigir que sus impuestos estén bien invertidos”.

Recordaron que por razones de eficiencia y economías de escala, suelen asignarse más competencias de gasto a nivel subnacional y más potestades tributarias a escala nacional.

Esto hace que los recursos de estados y municipios sean cruciales para financiar la diferencia entre lo que los gobiernos subnacionales pueden recaudar y lo que necesitan gastar.

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