La presencia de intermediarios comerciales, conocidos como coyotes, son un problema para la agricultura mexicana, ya que influyen en la especulación de los precios e inciden en la relación entre los productores y el consumidor final, alertó el Senado de la República. En el caso particular del limón mexicano, existen diferentes elementos que conforman los sistemas de comercialización, en cada región se determinan por el destino que se le da; ya sea para abastecer el consumo nacional como limón fresco para la industria o la exportación. El Senado destacó en su Gaceta Oficial que el limón mexicano se desarrolla en la mayor parte del territorio nacional, en los estados de Colima, Michoacán, Oaxaca y Guerrero, con presencia en Jalisco y Nayarit. De acuerdo con datos del Grupo Consultor Mercados Agrícolas nuestro país ocupa el quinto lugar como productor de cítricos a nivel mundial, genera 7.1 millones de toneladas anuales. Ante la comercialización irregular de este producto, las senadoras Ma.del Rocío Pineda Gochi, Mel y Romero Celis del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y el diputado Ernesto Núñez Aguilar del Partido Verde Ecologista (PVEM) exhortaron al titular de la Procuraduría Federal delConsumidor (Profeco), Alfredo Castillo Cervantes, a vigilar el cumplimiento de la normatividad aplicable a los intermediarios, centrales de abasto y tiendas de autoservicio con el fin de que "no se especule con el precio de venta al consumidor final del limón mexicano". Su abril y su agosto En el proceso de comercialización de este producto se aseguró que hay un círculo vicioso, en donde la economía del consumidor final se afecta por la ambición desmedida de los intermediarios que aumentan el kilo de limón hasta un 100%. Cabe resaltar que el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados de la Secretaría de Economía (SE) estableció como precios mínimos y máximos entre cuatro y siete pesos en promedio. Por su parte, Sergio Ramírez Castañeda, presidente Nacional del Sistema Producto Limón indicó que "una vez de que el limón se cosecha el único intermediario es el empacador, quien lo vende directamente a centrales de abasto", dijo. Ramírez Castañeda explicó que el productor vende limón de buena calidad a 2.40 pesos el kilo al empacador, este lo comercializa a 90 pesos el bulto de 20 kilos, es decir 4. 5 pesos por kilo. "Hay especulación en los mercados finales, como es el caso del Estado de México, Distrito Federal, Aguascalientes, Monterrey, Guadalajara y Querétaro", comentó. Sergio Ramirez Castañeda aseguró que esto es un asunto que se sale de sus manos, por lo que hizo un llamado a las autoridades competentes para que tome cartas en el asunto. El Senado conminó a que se establezcan mecanismos que coadyuven a las cadenas de comercialización del limón mexicano, y que se apliquen sanciones y mecanismos de control que permitan la equidad en las relaciones de producción y consumo, y aquí indudablemente se tendrá que ver la mano dura de la Profeco. tcm

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