Ser una mujer trabajadora en México no es fácil, pero ser madre y tener un empleo es todavía más complicado.

El hecho de que las mujeres asuman la mayor parte de la responsabilidad en el cuidado y atención de los hijos limita sus posibilidades de desarrollo laboral y de mantener o mejorar su salario en comparación con las que están casadas o en unión libre y que no son madres, revelan datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi.

Al cierre del año pasado había 20.2 millones de mujeres trabajando de manera remunerada en México, de las cuales 14.9 millones (74%) son madres. De este total de mamás trabajadoras, 9.7 millones se encuentran casadas o en unión libre.

El ingreso por hora trabajada de 7 millones de mujeres casadas y con hijos asciende a 27.5 pesos, cifra 17.4% inferior a los 33.2 pesos que ganan la mujeres casadas sin hijos y 3.9% menor a los 28.6 pesos que gana como media un hombre casado.

Esta desigualdad se debe a varios factores, entre los que destaca que las mujeres trabajadoras, una vez que son madres, se ven en la necesidad de negociar la flexibilización de su horario de empleo para atender a su hijo, lo que en muchas ocasiones implica un ajuste a su sueldo en sus puestos.

Incluso, algunas se ven obligadas a cambiar de plaza laboral de tiempo completo a uno de medio tiempo y con una menor percepción, comentó Ivonne Vargas, asesora en desarrollo de carrera.

Adicional a las madres trabajadoras casadas, existen 2.6 millones de empleadas que se encuentran en unión libre y que también se ven afectadas en su ingreso por el hecho de tener hijos.

Madres ganan menos que mujeres sin hijos
Madres ganan menos que mujeres sin hijos

De acuerdo con un estudio realizado por la Escuela de Negocios de la Universidad de Navarra, España, 57% de las mujeres a escala mundial refieren que en el último año han renunciado a un trabajo por ser incompatible con la maternidad.

La misma investigación detalló que 53% señala que ser madre le ha impedido una mayor proyección profesional, mientras que 46%, tiene que trabajar más duro para demostrar su valía o profesionalismo en el ámbito donde se desempeña siendo mamá.

Desbalance en labores domésticas

Parte del problema es que la mayor responsabilidad del cuidado de los hijos y en general de las labores domésticas en México recaen sobre las mujeres, con 77.2% del tiempo, contra apenas 22.8% con que participan los hombres, de acuerdo con los resultados de la Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares.

En términos de valor, cada persona en la República participó en promedio con el equivalente a 35.1 mil pesos anuales por sus labores domésticas y de cuidados  (es decir, el sueldo neto que puede percibir un miembro del hogar por realizar una actividad similar en el mercado).

Sin embargo, si se remunerara esta actividad, el trabajo de las mujeres tiene un valor equivalente a 49.6 mil pesos, mientras que el de los hombres es de apenas 18.1 mil pesos, 63% menos, indican las cifras.

En el caso de los hogares con parejas casadas y con presencia de hijos pequeños, estas cifras se disparan aún más.  Las mujeres que habitan en hogares nucleares con presencia de menores de seis años aportaron en promedio 63.4 mil pesos con actividades como cuidados y apoyo principalmente, mientras que para aquellas mujeres que viven en hogares que no cuentan con niños menores de seis años el monto fue de 43.2 mil pesos.

Solteras y sin hijos

A diferencia de las madres trabajadoras casadas o en unión libre, hay 2.2 millones de madres trabajadoras solteras cuyo ingreso (24.4 pesos la hora) es similar al de las trabajadoras solteras sin hijos.

Lo anterior se debe a la posibilidad de que cuenten con el apoyo de algún miembro familiar (como la mamá o los abuelos) en el cuidado de los niños y/o el apoyo económico.

Independientemente de esa posibilidad, se mantiene la diferencia con el sueldo de los trabajadores solteros, que ganan 25 pesos la hora, es decir, 2.4% más que las mujeres.

Reducir o eliminar esta desigualdad salarial y romper la barrera que frena la trayectoria profesional de la madre trabajadora tiene que ver con un tema cultural, es necesario sumar esfuerzos en diferentes líneas, el de la empresa, el de la propia familia, así como el de las políticas públicas, subrayando el tema de que los roles familiares tienen que ser compartidos, no son meramente de la mujer, concluyó Ivonne Vargas, asesora en desarrollo de carrera.

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