Fitch Ratings informó que el riesgo de un resultado perturbador de la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha disminuido para la economía mexicana y es poco probable que el acuerdo perjudique de manera importante el acceso de México al mercado de Estados Unidos.
Ante el inicio de las discusiones formales de modernización del TLCAN, a partir del 16 de agosto, Fitch Ratings comentó que en abril pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que todavía estaba considerando la salida del tratado y aún hay margen para cambios imprevistos.
“Sin embargo, los objetivos publicados por el representante comercial de Estados Unidos en julio, pese a reiterar la intención de reducir su déficit comercial respecto a los demás países del TLCAN, incluían mantener como una prioridad el mutuo acceso libre de aranceles para los productos industriales. Asimismo, sugieren que es menos probable que EU trate de utilizar reglas de origen para restringir el acceso de México”, dijo Fitch Ratings.
“Si las discusiones se desplomaran y EU actuara conforme a sus advertencias previas de retirarse del tratado, ello ocasionaría una disrupción comercial y desconcierto en los mercados financieros, aunque la restitución de las reglas de la Organización Mundial del Comercio podría moderar en cierta medida el impacto”, añadió la agencia.
Para Fitch, un resultado positivo sería que el tratado se ampliara para incluir sectores nuevos, como energía y comercio electrónico, así como avances en administración aduanera y facilitación del comercio.
“Reglas de origen actualizadas podrían beneficiar a México si se incrementara el contenido regional, por ejemplo, en productos electrónicos. La actualización podría impulsar los esfuerzos del gobierno mexicano para la reforma estructural económica, al promover mayor inversión extranjera y competencia en los sectores de energía y telecomunicaciones”, añadió la agencia.
Dijo que han mejorado las expectativas para el crecimiento de la economía mexicana, favorecida por una estabilización de la deuda pública, factor que llevó a la agencia a cambiar de negativa a estable su perspectiva de la nota crediticia del país.