Los efectos de la Reforma Hacendaria se han dejado sentir en el consumidor mexicano, motor indispensable para impulsar el crecimiento económico, así como otros indicadores clave que han deprimido el mercado interno al inicio de 2014.

Ante la aplicación de nuevos impuestos al consumo, las familias se han visto afectadas por la inflación que en enero llegó a 4.23%, arriba del objetivo del banco central, sin embargo, el índice de la canasta básica se disparó hasta 5.8%.

El mercado laboral también ha tenido un mal inicio de año, lo que pega en el consumo, ya que no solo la tasa de desempleo se elevó a 4.81%, sino que el salario ha visto mermado su poder adquisitivo.

El salario mínimo real a febrero se ubicó en 58.01 pesos, mientras que en mismo mes de 2013 era de 58.12 pesos, una merma de 0.20%.

Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, dijo que en los últimos 13 años el mercado interno en México ha estado deprimido.

Héctor Magaña del Tec de Monterrey, precisó que el consumo privado aporta a 50% del PIB, pero mientras se tenga una demanda interna débil no se podrá llegar al crecimiento estimado de 3.9%.

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