Pese al menor nivel de inflación, los incrementos salariales contractuales acordados en enero fueron insuficientes para resarcir la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores, según datos recientes de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

Las negociaciones de los salarios contractuales alcanzaron un incremento nominal de 4.7% en promedio en el primer mes de 2018, en beneficio de 140 mil 86 trabajadores, pero en términos reales, una vez descontada la inflación (5.55% a tasa anual), el ajuste representó una pérdida de 0.79%, acumulando 13 meses en terreno negativo, hecho que no se observaba desde 2008-2009, producto de la crisis internacional.

Esto se explica en parte a que el promedio de las negociaciones en enero fue inferior al alza de 5.2% acordada en diciembre de 2017. Además, en esta ocasión los acuerdos relacionados con las empresas públicas tuvieron mayor peso, donde normalmente se atienden alzas salariales más bajas que las del sector privado, explicó Francisco Flores, analista económico de Banorte-Ixe.

El número de trabajadores del sector privado involucrados en las negociaciones en el primer mes del año ascendió a 94 mil 822 personas (68% del total), con un incremento nominal de 5.2% en promedio, pero en términos reales significó un rezago de 0.33% respecto a la inflación. El resto de los 45 mil 264 trabajadores, correspondientes al sector público, acordaron un alza nominal de sólo 3.7%, una pérdida real de 1.76%.

Particularmente las negociaciones relacionadas a trabajadores del sector educativo fueron las que se mantuvieron bajos los incrementos salariales en enero, porque usualmente las negociaciones de los sindicatos con universidades autónomas estatales se basan en la negociación del sindicato de la UNAM, la cual fue pactada con tasa relativamente baja, dijo el especialista.

El sector económico que concentró el mayor número de trabajadores involucrados en las negociaciones salariales contractuales fueron los servicios educativos, con 39 mil 108 personas que alcanzaron un incremento nominal promedio a sus percepciones de apenas 3.4%.

La segunda actividad en importancia fueron las industrias manufactureras, que acumularon 36 mil 36 trabajadores que lograron negociar un alza salarial de 5.6%, lo que les significó un incremento en términos reales de apenas 0.06%.

Dentro del sector manufacturero, sólo cinco de las 21 actividades que comprenden esta industria negociaron un incremento nominal que superó la inflación en enero, entre las que destaca la industria del plástico y del hule, con alza de 13.0%, lo que en términos reales representó un incremento de 7.06%, pero que sólo benefició a 55 trabajadores.

Otras actividades manufactureras que lograron negociar aumentos superiores a la inflación fueron la fabricación de productos a base de minerales no metálicos, con incremento real de 5.04%; industria del papel, 2.43%; fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón, 1.29%; y fabricación de equipo de transporte, con aumento de 0.24%, una vez descontada la inflación.

Dichos incrementos beneficiaron a mil 831 trabajadores en conjunto, apenas 5.1% del total manufacturero que negoció un incremento salarial contractual durante enero.

De las 32 entidades del país, sólo en nueve de ellas los incrementos de los salarios contractuales lograron superar la inflación, beneficiando a 16 mil 788 trabajadores, apenas 12% del total nacional. Dichas entidades fueron Chiapas, Michoacán, Nuevo León, Colima, Baja California, Guanajuato, Estado de México, Sonora y Nayarit, mientras que se reportaron pérdidas en el resto de los estados.

El impacto del incremento del salario mínimo, que entró en vigor el 1 de diciembre de 2017, así como los altos niveles de inflación continuarán presionando al alza las negociaciones salariales en la primera mitad de 2018, advirtió el especialista de Banorte-Ixe.

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