Una preocupación común entre los líderes dentro de las organizaciones es el uso de la tecnología. En concreto, el de las redes sociales, sobre todo entre los más jóvenes. Esta preocupación sobre si la tecnología afecta la productividad de los empleados no se queda en eso, sino que incluso en algunas compañías la utilización de estas herramientas está prohibido o incluso bloqueado su uso en las computadoras internas.

Al respecto, hay varias noticias. Las prohibiciones no suelen llegar a buen puerto, mucho menos una que va en contra de la tendencia a nivel mundial. Los límites entre redes, trabajo, tiempo libre y tiempo laboral cada vez son menos marcados. Y poco a poco, a las personas se les empieza a evaluar por resultados y no por las horas que pasan sentadas frente al ordenador durante las horas de trabajo.

Los trabajadores más jóvenes son el principal foco de atención, ya que ellos son los que utilizan más las redes sociales.

Pero esto va mucho más allá: Ellos no simplemente las usan, sino que en general, han hecho a la tecnología una parte intrínseca de su vida y de cómo se desarrollan con el mundo. Incluso, si existe un rasgo distintivo para esta generación, es justamente éste: El uso de la tecnología, de acuerdo con un estudio del Pew Research Center de Estados Unidos.

¿Por qué importan?

Esta generación es importante para las organizaciones porque necesitan de su talento para sobrevivir. Es la generación más numerosa de la que se tiene noticia y no sólo eso, sino que en un futuro ya muy cercano van a convertirse en mayoría en la fuerza laboral. Para 2020, ellos van a ser entre 30% y 50% de la fuerza laboral, las previsiones varían.

A los líderes de las organizaciones hay que decirles que si están del lado de la prohibición, están del lado incorrecto, por varias razones: La primera, es que las tendencias les caerán encima como una ola de tsunami.

“El futuro de los negocios es un futuro interconectado. Los empleados que encuentren el balance correcto van a ser más competitivos. Los que no van a ser dejados atrás”, señala un análisis realizado por el sitio estadounidense de reclutamiento Monster.

En segundo lugar, vedar este tipo de herramientas tampoco favorece a una mejor productividad de los trabajadores; es más, en realidad no sirve de nada. Los empleados que las usan no son necesariamente menos productivos, señala este mismo texto.

En este sentido, la University of Melbourne encontró que los empleados que hacen uso de las redes sociales son en realidad más productivos que los que trabajan en empresas con los accesos bloqueados.

En general, este análisis arrojó que los trabajadores que navegan en internet por placer a ratos durante las horas de trabajo son más productivos que los que no lo hacen.

“Las personas que navegan en internet por diversión en el trabajo, con un tiempo razonable de menos de 20% del tiempo total que están en las oficinas, son más productivos en alrededor 9% que los que no lo hacen”, asegura Brent Coker, profesor del Department of Management and Marketing de la Universidad en un comunicado al respecto.

Lo que el especialista señala es que las firmas están gastando millones en software para bloquearle a sus empleados accesos a YouTube, Facebook o compras en línea bajo la idea de que esto cuesta millones en productividad perdida, pero que éste no siempre es el caso.

El estudio fue realizado entre 300 trabajadores, de los cuales, 70% utilizaba internet por gusto para actividades como búsqueda de información de productos, lectura de sitios de noticias, jugar en línea y ver videos en YouTube.

Distraerse un poco para volver

¿Por qué los trabajadores se enganchan en este tipo de actividades? El profesor explica que esto puede ser atribuido a la “concentración imperfecta” de las personas.

“La gente necesita dejar de poner atención un poco para volver a su concentración. Piensa en cuando escuchas una conferencia, después de 20 minutos de concentración, seguramente ésta ya se fue de un lado a otro, pero después de una pausa ésta vuelve”, explica. Esto mismo sucede en el trabajo. Descansos cortos y discretos, tales como una pequeña navegada en internet puede ayudarle a la mente a descansar y a permitir que la cabeza se concentré mejor, aumentando la productividad.

“Ellos viven en la era digital así que se comunican por Facebook, Twitter e Instagram, y si no los tienen y les bloquean este tipo de herramientas en su oficina, lo que va a pasar es que van a brincar y se van a ir a otra, y entonces empieza un problema porque el talento se te va a ir de tu empresa por no dar las herramientas necesarias”, explica Héctor Sánchez, Vicepresidente Comercial para Latinoamérica de BroadSoft.

Las empresas que han logrado atraer a varios millennials talentosos, como Google y Apple, no se dejan limitar por la manera en la que se “deberían hacer las cosas sino que, a pesar de no estar atrayendo a esta generación en específico, su cultura, forma de dirigir, reclutar y retener a sus empleados naturalmente es atractiva para esta generación, explica el estudio Millennials en el trabajo. Reformar el lugar de trabajo”, realizado por la consultoría PwC. Y claramente estas empresas no prohíben el uso de redes sociales, de la navegación en internet por placer; incluso tienen áreas de recreación y permiten tomar siestas, por ejemplo. La actitud hacia la tecnología —ellas en sí son empresas de este rubro— es muy abierta y libre.

Sin embargo, es necesaria la moderación, porque es una realidad que internet puede volverse adictivo y ocasionar efectos adversos, tales como no tomar descansos en momentos apropiados, pasar más tiempo del normal y ponerse irritables si son interrumpidos en la navegación. Para ellos sí es perjudicial el que puedan navegar en horas laborales.

Dejarlas entrar

No sólo se trata de abrirle las puertas a este tipo de prácticas, ya propias de los más jóvenes, sino también de acoger la tecnología como un facilitador del trabajo y seguir la manera en la que ésta camina y transforma la movilidad en el mundo del trabajo.

En este sentido, no basta con proporcionarle a los colaboradores un instrumento de trabajo tal como una computadora personal. Sino que si se va a hacer un gasto, lo mejor es que éste sea empleado en dispositivos que realmente sean útiles para realizar las diferentes tareas.

En este tema y al hablar de jóvenes, una PC es casi una opción obsoleta porque a ellos les importa la movilidad. Si no se les da una herramienta de este tipo, en el mejor de los casos, ellos buscarán como resolverlo y llevarán sus dispositivos a la oficina para trabajar más cómodos, lo cual puede traer un problema de seguridad cibernética a las empresas.

“Aquí viene un problema porque no sabemos dónde se ha conectado tu laptop o dispositivo, así que trae temas de vulnerabilidad en la seguridad de la compañía”, explica Sánchez.

Por estas razones algunas compañías deciden prohibir estas prácticas, pero en la realidad, es una situación que no se va a poder detener, al menos no por mucho tiempo.

“Los millennials de manera rutinaria hacen uso de su propia tecnología en el trabajo y tres cuartos de ellos creen que el acceso a la tecnología los hace más efectivos en el trabajo”, apunta el estudio de PwC.

En este sentido, una de las tendencias es la utilización de ciertos programas que permiten tener tanto la información personal como la laboral en un mismo dispositivo, lo cual permite navegar de forma segura e incluso favorece la forma de trabajar en las oficinas.

Teletrabajo

Hay que entender que a ellos les gusta trabajar de manera remota y comunicarse de la misma manera y echando mano de la tecnología. 41% prefiere comunicarse de forma electrónica en el trabajo que cara a cara o incluso por teléfono, de acuerdo con el documento de PwC.

Y para que ellos lo puedan lograr, una vez más es necesario abrirse a las nuevas tendencias y acoger la manera en la que el trabajo está cambiando por la tecnología.

Adicionalmente, es necesario que las empresas ofrezcan estas herramientas, tales como dispositivos adecuados o el software necesario para sostener videoconferencias, por ejemplo, las cuales además de facilitar el trabajo, permiten retener al personal.

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