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México: fundamentos económicos y riesgos

México: fundamentos económicos y riesgos
12/08/2014 |23:19
Redacción Querétaro
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Actualmente México está experimentando una fase de estabilidad macroeconómica con un crecimiento lento, pero con potencial en el mediano plazo por el impacto que tendrán las reformas estructurales. Asimismo, los niveles de inflación esperados se encuentran dentro de los límites fijados por la autoridad monetaria, ya que la reciente tendencia a la alza en precios, será parcialmente revertida en los meses siguientes.

El mayor avance de la economía en los siguientes meses y años se deberá, entre otros factores, a:

1) La recuperación de la economía estadounidense, ya que México se encuentra muy ligado a la actividad económica de este país a través del comercio, los flujos de capital y las remesas.

2) Las exportaciones y la inversión fija se prevén serán los factores económicos críticos que acelerarán la economía en 2014 y 2015. El gasto en el consumidor, por su parte, se verá fortalecido en respuesta a mayores ingresos esperados y la incertidumbre que retrasó la inversión, por las múltiples reformas discutidas, irán desapareciendo a medida que se vayan implementando.

3) La expansión en las exportaciones automotrices continuará, aumentándose la participación de mercado en EU de este sector.

4) Los cambios constitucionales logrados en el sector energético permitirán la entrada de inversión extranjera en las industrias de petróleo y gas y, eventualmente, revertirán la tendencia hacia la baja en la producción de petróleo. Las reformas significarán que los monopolios petrolero y eléctrico estatales terminarán, se fortalecerán agentes e instituciones y habrá flexibilidad contractual (es decir, habrá una nueva forma de captar inversiones). De hecho en el mediano plazo, se espera que la reforma energética permitirá resolver el desabasto actual en materia de gas natural y el alto costo de electricidad para la industria.

5) Las reformas educativa y laboral, así como la de telecomu, y la aprobación de la Ley Reglamentaria en materia de Competencia Económica, representan buenas señales para el logro de una mayor productividad y competitividad en el mediano plazo.

En suma, México posee un marco macroeconómico resistente a choques externos, de esta manera se pueden enumerar:

1) Metas inflacionarias creíbles.

2) Un régimen cambiario flexible.

3) Un sólido sector externo. Las reservas internacionales están en máximos históricos superiores a los 190 mil millones de dólares, y el déficit en Cuenta Corriente está totalmente financiado por Inversión Extranjera Directa.

4) El sector financiero se encuentra bien capitalizado, “sin burbujas” y con una buena calidad de activos, si bien hay espacio para un mejor manejo del riesgo.

5) Las finanzas públicas son aceptables, si bien se requiere que el déficit fiscal proyectado efectivamente esté por debajo de cómo se encontró al inicio de la presente administración, cuando finalice ésta.

6) La deuda pública es relativamente manejable en el corto y mediano plazos.

Sin embargo, hay factores que requieren mayores esfuerzos, entre los que se encuentran: el estímulo al mercado interno, a través de una mayor productividad en el mercado laboral y las competencias adecuadas de acuerdo a las demandas del mercado; los riesgos operacionales y de seguridad que siguen manteniéndose a niveles muy altos, que ahuyentan la inversión y que elevan, de manera importante, los costos de operación de las empresas en el país, y adicionalmente la falta de acuerdos migratorios, que tienen un impacto negativo en el empleo y las remesas, sin dejar de lado la importancia del aspecto humanitario de este fenómeno.

Adicionalmente, los costos logísticos en el país son altos (éstos representan por ejemplo entre el 9 y 13 % de los gastos de la industria automotriz, cuando en un país desarrollado éstos son generalmente cercanos al 7%) y el gravoso tamaño del sector informal (que genera el 25% del PIB), que es lesivo para el crecimiento y es un factor de desigualdad social. No menos importantes son la carencia de servicios públicos adecuados y la baja calidad de nuestras instituciones, que exigen esfuerzos enormes en temas de transparencia, combate a la corrupción, rendición de cuentas y estado de derecho.

La economía mexicana está en el camino correcto, pero aún falta mucho por recorrer.

*Coordinadora de la Maestría en Economía y Negocios y Directora del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac en la Universidad Anáhuac, México Norte.