Los fraudes alrededor del mundo generan pérdidas a los bancos y las organizaciones de servicios financieros de entre 12 y 15 mil millones de dólares anualmente, mientras que el “lavado” de dinero, tan sólo en México contabiliza más de 3 mil millones de pesos, delitos que el software empresarial puede prevenir.

De acuerdo con un estudio de SAS, firma dedicada al software empresarial, en México 54% de las organizaciones afirma que los fraudes han aumentado, 46% opina que este se presenta a través de bandas organizadas, debido a lo cual 14% tiene implementada una solución de prevención con un proveedor externo, 29% ha desarrollado un proceso internamente, y sólo 16% en la encuesta no está protegida pero están interesada en adoptar un sistema de seguridad.

David Stewart, director global de la práctica de delitos financieros para banca de SAS, explica que actualmente pasan alrededor de 400 días antes de que una empresa se percate del fraude que se está cometiendo, y que incluso una vez detectado el delincuente se acerca a otra puerta frágil. “Los defraudadores investigan cuáles son las reglas y aprenden de sus errores, así que cuando una empresa controla la amenaza, esta pasa a otra área, o se van a instituciones financieras que tienen menos control”, indica el experto.

El especialista señala que si bien los ataques han evolucionado, la realidad es que hoy es poco común que se registren grandes y sofisticados fraudes donde se obtienen millones de dólares, por lo general se trata de delincuentes que se mantienen en un bajo perfil, que roban y se arriesgan muy poco, y que suelen trabajar en equipo, aun cuando no llegan a conocerse en persona.

El policía retirado del Departamento de Seguros de California, John Standish, afirma que por lo general las personas que comenten estos fraudes, al no ver de manera física el dinero, las tarjetas o a las víctimas no sienten el verdadero impacto de sus actos.

Y es que las nuevas tecnologías han permitido que estos delitos se lleven a cabo a escala global, “el fraude crece, se hace más sofisticado, cruza fronteras y ataca más rápido de lo que podemos predecir porque hoy todo está en internet”, dijo Dennis Toomey, especialista en soluciones contra el fraude de seguros, quien afirma que en esta industria entre 5 y 20% de las llamadas que reciben están relacionadas con algún tipo de fraude.

Por ahora, la mejor manera en que las compañías pueden prevenir el fraude es monitorear el comportamiento de los clientes identificando el dispositivo y la dirección IP desde donde hacen las transacciones y uniendo toda la información para no duplicar perfiles, de manera que puedan detectarse actividades sospechosas, “pero su clasificación de riegos no debe darse sólo al inicio, debe ser actualizada para identificar operaciones inusuales o modificar el grado de riesgo de un cliente”, señaló Toomey, quien aclaró, “las empresas quieren que la tecnología les diga qué es y qué no es fraude, pero lo que en realidad hace es definir actividades dudosas para que se tomen decisiones de acuerdo a sus políticas”.

Además de dejar de perder dinero por actividades fraudulentas, otra razón por la cual las empresas financieras están interesadas en combatir este delito es garantizar la mejor experiencia a sus clientes, que no sólo los abandonarían en caso de convertirse en víctimas sino que tienen el poder de influenciar a otras personas y afectar su reputación, principalmente a través de las redes sociales.

Pero el riesgo de perder clientes no sólo se presenta ante un fraude, irónicamente una compañía que pone demasiados controles y se comunica con el usuario cada vez que éste desea realizar una transacción tampoco es efectiva, por lo que los especialistas ven en la automatización y el análisis de datos la mejor solución.

Prevenir el “lavado” de dinero por ley

En julio entrará en vigor la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita cuyo fin es reforzar el sistema financiero, para obligar a las empresas a comprender los riesgos y a contar con programas eficaces contra la corrupción.

Las prácticas más comunes que utilizan los delincuentes para poder utilizar el dinero ganado ilícitamente, por ejemplo por tráfico de drogas o armas, son crear alguna empresa que sirva de fachada; distribución de dinero en varios bancos; inversiones en bienes inmuebles o de transporte; y transferencias electrónicas donde se administran cantidades de dinero no sospechosas a través de operaciones frecuentes y sucesivas entre bancos localizados en distintos países.

Conscientes de la situación, las autoridades de todo el mundo están tomando medidas para tratar de erradicar el “lavado” de dinero. En el caso de México, por ejemplo, se prohibió el uso de efectivo en ciertas operaciones que podrían ser susceptibles de ser utilizadas por el crimen organizado como la compra de bienes inmuebles o vehículos.

Baker & McKenzie, firma de servicios jurídicos, explicó que el “lavado” de dinero fomenta la corrupción, distorsiona los mercados financieros, reduce la actividad económica real al generar un capitalismo virtual, empeora las enfermedades sociales y amenaza a la integridad de las instituciones financieras.

México no está mal: FMI

El Fondo Monetario Internacional estima que el monto global “lavado” en un año representa de 2% a 5% del PIB del mundo. Al respecto, Raquel Guillot, experta en fraude de SAS, expresó que “México no está mal pero tiene mucho campo de mejora, tiene que dar la seguridad de que se están siguiendo las políticas de prevención para que continúe siendo atractivo para invertir”.

Con esta nueva ley, las multas podrían alcanzar los 4 millones de pesos o hasta 100% del valor de la operación, con cárcel de hasta 16 años, poniendo de manifiesto la necesidad de que las empresas implementen medidas para prevenir e identificar las operaciones dudosas o engañosas de clientes que pudieran venir de actividades ilegales.

“Muchas entidades no han tomado en consideración las políticas necesarias para conocer efectivamente a sus clientes y prevenir el “lavado” de dinero. El desconocimiento ya no puede utilizarse como excusa”, advirtió, Ricardo Sahagún, director de línea de negocios para América Latina en Pitney Bowes Software.

La compañía propone el uso de una solución con inteligencia geográfica y análisis predictivo, diseñada para examinar, monitorear, detectar y prevenir operaciones ilícitas, lo anterior a través de la validación de la identidad y los datos de contacto que incluya una revisión en las llamadas listas “negras” internacionales, un análisis geográfico para saber si se encuentran en zonas con alta probabilidad de actividad criminal y un relacionamiento entre personas, sucursales, productos financieros y transacciones.

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