Desde septiembre de 2016, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) fue enterada de la necesidad de cambiar la tubería de drenaje que atraviesa el Paso Exprés, cuyo colapso provocó un socavón el 12 de julio.

Sacc Ingeniería S.A. de C.V., empresa responsable de supervisar el proyecto de ampliación a 10 carriles de la autopista México-Cuernavaca, envió un oficio a la SCT y recomendó ampliar la obra de drenaje ubicada en el kilómetro 93+857.

Sacc Ingeniería expone en el oficio COO/MOR-PEX-CUE/SCT230/2016, fechado el 14 de septiembre de ese año: “Por medio del presente se hace entrega del proyecto de ampliación de la obra de drenaje ubicada en el kilómetro 93.857, (tubo de concreto reforzado de 1.52 metros de diámetro)”.

En el oficio enviado a Josué Robles Rodríguez, residente de obra II de Carreteras Federales en el Centro SCT Morelos, incluyeron el proyecto de construcción de la nueva tubería, pero la SCT lo omitió pese a tener el contrato 2015-17-CE-D-020-Y-00-2015, que duró un mes.

Peritaje local. El Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Morelos entregó al gobernador Graco Ramírez un informe sobre el socavón, y coincide con la SCT en el sentido de que la construcción muestra errores y omisiones técnicas que provocaron la oquedad en la cual murieron dos personas.

En sus conclusiones, el colegio cita que la tubería de drenaje estuvo sometida al castigo de la obra desde octubre de 2016, cuando en la misma zona del socavón se presentó un deslave del terraplén debido a las intensas lluvias de la temporada y a los trabajos que se realizaban, lo que provocó la caída de diversas estructuras que se alojaban sobre el talud del terraplén.

Más adelante subraya que el peso adicional del concreto, el debilitamiento de las paredes de la tubería y el incremento de la separación de las juntas entre los tubos originaron el colapso de la tubería al caer el concreto que había sido vertido inicialmente por la SCT para dar sustento a la cimentación del muro de contención.

Las nuevas cavidades originadas por los flujos de agua, dice, se intentaron rellenar con concreto como lo hicieron en la primera ocasión, es decir, rellenando sólo la parte visible sin constatar si el concreto atiborraba por completo las oquedades. Esto aumentó el aplastamiento de la tubería ya de por sí fallada, expone el colegio.

“Los diferentes eventos de flujo fuera del conducto de la alcantarilla crearon una galería de erosión de tamaño considerable que nunca se reforzó o estabilizó adecuadamente, formando un espacio vacío [caverna]”, dice.

“Con la lluvia de la noche del 11 de julio y la madrugada del 12 de julio se formó un embalse con un tirante de 6.5 metros y el agua acumulada, al no fluir libremente, indujo un aumento en la presión interior de la alcantarilla, generando la migración de flujo hacia el exterior en las zonas adyacentes, lo que amplió el tamaño de la galería. Debido a las altas velocidades internas se generó un arrastre de materiales tan grande que provocó una pérdida generalizada de sustento en las estructuras y el colapso del terraplén en la zona subyacente del socavón”.

El documento coincide con las observaciones que plantearon con antelación la Comisión Estatal del Agua (CEAGUA), y con el informe de la SCT, y confirma que el tubo se encontraba estructuralmente dañado dada su vida útil de 40 años, por lo que debía sustituirse, y fue claramente insuficiente para conducir el caudal de agua de la barraca del Santo Cristo.

Sigue proceso por homicidio culposo. El fiscal general del estado, Javier Pérez Durón, informó que cuentan con todos los dictámenes periciales para iniciar el análisis y fincar responsabilidades a quien corresponda por el delito de homicidio culposo en agravio de Juan Mena López y Juan Mena Romero, padre e hijo, víctimas del socavón en el Paso Exprés.

“Dimos un desglose a la PGR, pero recordemos que hablamos de un homicidio culposo, y ahí sí tenemos competencia”, dijo el fiscal.

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