En el estado hay 110 mil 663 personas que generan su propio empleo —esto representa 15.5% de la población que labora en la entidad— y ese fenómeno se detalla en el informe del cuarto trimestre de 2012, emitido por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

El mayor porcentaje de personas ocupadas laboralmente está compuesto por las que reciben un salario y representa 77.35%, es decir, 549 mil 437 trabajadores.

En tanto, 3.72% (26 mil 453 personas) realizan labores sin recibir algún tipo de remuneración. El restante 3.34% corresponde a 23 mil 766 empleadores.

Entre 15.5% que generan sus propio empleo se encuentra, María Lourdes López, quien a sus 56 años se le ha complicado encontrar un trabajo fijo por lo que desde hace cinco meses optó por vender artesanías.

Asegura que estableció su puesto “por la necesidad de trabajar y que a cierta edad ya no se encuentra empleo fácilmente”.

María explicó que anteriormente había solicitado empleo pero al ver que no recibía contestación alguna de los sitios donde dejaba sus solicitudes se encaminó a concretar su negocio para el que no le fue difícil determinar su giro, pues los años de experiencia en materia de artesanías le facilitaron decidirlo.

“Soy artesana de toda la vida, de que empecé a vender aquí tengo poco, cinco meses. Sé pintar desde los 14 años”, aseguró.

La artesana afirmó que la falta de preparación académica le ha impedido acceder a un empleo. “Me cansé de meter solicitudes, como tampoco sé leer y ni escribir, ese es otro aspecto en mi contra: no tengo estudios. Pero aún con eso tuve un trabajo hace tres años (en un casino)”.

Hoy en día, tener libertad de horario es uno de los beneficios que María ha encontrado en crear su propio empleo, mientras que la desventaja que observa es no contar con un sueldo fijo.

“Los beneficios de tener un empleo fijo es que te asegura un sueldo, muchas veces bajo, pero a fin de cuentas es fijo. Y aquí a veces vendemos y a veces no, pero hay más libertad en cuanto a tiempo”, narró la artesana.

María se sitúa de jueves a lunes en la Plazuela Mariano de las Casa. “Aquí pinto, tengo mis trabajos, mi material, mis pinceles, pinturas y aquí mismo me empleo y vendo. Esto ya viene en la sangre porque soy hija de artesanos”, asentó.

Agramando Uribe, es un hombre de 27 años, quien, al igual que María, emprendió un establecimiento de comida a fin de empelarse en algo y ganar un poco de dinero.

Todo comenzó cuando Agramaldo “pensando en generar un trabajo para ganar lo suficiente para subsistir, con mis gastos y todo, pensé en este pequeño empleo. Quise que fuera algo natural, como los jugos. Aquí vendo desayunos y todo es sano: frutas, tortas, uso pan integral”, explicó el vendedor.

Asimismo, Agramaldo manifestó que la situación laboral de la entidad “está un poco difícil, igual y hay mucho trabajos, pero se gana muy poquito dinero”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS