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El déficit comercial no es un factor que determine el éxito o fracaso en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), dijo Jaime Serra, ex secretario de Hacienda.
“No tiene que ser un criterio de éxito o de fracaso la renegociación del TLCAN en función del déficit comercial de los estadounidenses, mexicanos o canadienses”, subrayó durante el Mexico Summit organizado por The Economist.
El tema del déficit comercial es absurdo, porque ese factor no está determinado por su política arancelaria o comercial, sino por su política macroeconómica, señaló.
“Si un país tiene un déficit fiscal como el que tiene Estados Unidos, inevitablemente va a tener un déficit comercial, a menos de que los consumidores ahorren tanto que más que compensen el déficit fiscal y ese no es el caso en Estados Unidos”, explicó Serra.
Sobre el capítulo 19 para la resolución de controversias, comentó que fue innovador en la negociación del TLCAN y formaba parte del acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Canadá. Cuando se discutió como parte del convenio trilateral, se decidió fortalecerlo pues daba certidumbre a decisiones comerciales entre los países.
“Es sorprendente que Estados Unidos quisieran cambiar ese capítulo (19) y el 11, que son lo que hacen es dar certidumbre a los agentes económicos en la región y hacerlos más competitivos”, expresó Serra.
Son dos temas que deben estar claros en la mesa de negociación, independientemente del detalle de los capítulos.
“Puede haber algunos ajustes aquí y allá por cosas nuevas; por ejemplo, la gran innovación tecnológica cuando iniciamos el TLCAN era el fax”, dijo el ex secretario.
Además, destacó que debe cuidarse que el tratado no sea proteccionista y que siga reglas, que no sea un comercio administrado.
Para Serra, hay dos tipos de disciplinas a renegociar: las que ya forman parte del TLCAN y que pueden modernizarse, y otras que no existían y que se pueden adoptar como comercio electrónico, propiedad intelectual, comercio digital, reformas de energía y telecomunicaciones.
“Hace 23 años las disciplinas laborales y ambientales eran acuerdos suplementarios. Ahora está la idea de integrarlos y hacerlas parte del tratado”, indicó.
Ante una posible salida de Estados Unidos del tratado, como amenazó el presidente Donald Trump, Serra dijo que el trato puede continuar entre México y Canadá.
“El tratado no termina, en ese caso seguiría entre México y Canadá, porque así está planteado en el propio TLCAN, entre las dos partes que se quedan y la relación con Estados Unidos sería guiada por los principios de la OMC”, detalló.
Del capítulo 11, Jaime Zabludovsky, presidente del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, imagina que el “sector privado de EU peleará como loco para mantener el capítulo 11”, relacionado con temas laborales y salariales.