El poder de compra de alimentos sigue disminuyendo, pues en los últimos cuatro años se incrementó en 23% la población que no puede adquirir la canasta básica, reportó un informe del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados.

“La población que no puede adquirir los alimentos mínimos necesarios con su salario seguirá creciendo”, advirtió el análisis de la Cámara de Diputados, respecto de las cifras sobre el aumento de precios de la comida y la baja en los ingresos por persona.

Durante 21 meses consecutivos se ha dado una marcada baja en el poder de compra de alimentos, y el golpe es mayor entre la población rural, para quienes el costo de la canasta alimentaria subió 30% y la canasta básica 24%, anotó el análisis realizado en San Lázaro.

“Mientras la economía no dinamice su crecimiento, seguirá habiendo sobreoferta laboral y, con ello, los empresarios no tendrán presiones para ofrecer mayores salarios”, expuso el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara Baja.

La Cámara de Diputados recibió la iniciativa de reforma laboral del Ejecutivo federal, que tiene entre sus objetivos alentar el crecimiento de la economía y con ello abrir más demanda de empleo con mayor calificación.

De igual forma, una de las áreas de mayor atención de los analistas y especialistas de la Cámara de Diputados, es el deterioro en el nivel de vida de la población rural, mismo que se ha acentuado por la prolongada sequía que impactó a varias entidades y por los mismo, en una drástica baja en la disponibilidad de alimentos de autoconsumo y en el encarecimiento de los productos básicos.

Los salarios han tenido una caída real de 0.9%, de junio de 2008 a junio de 2012 y, en consecuencia, cada vez más personas no pueden adquirir la canasta alimentaria básica con los salarios que devengan.

Una reforma laboral perseguirá aliento a programas de capacitación para alcanzar metas de productividad y competitividad, que redunden en mejores remuneraciones y prestaciones.

Los productos alimenticios que forman parte del paquete al que debiera tener acceso cada persona, son: el arroz, aceites y grasas vegetales, huevo, pan de caja, galletas populares, harinas de trigo, pasteles y pastelillos, pollo en piezas, leche y pasta para sopa.

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