En los últimos 10 años el gasto en desarrollo social aumentó 69.5% en términos reales, debido a las mejoras e implementación en los programas como Prospera (antes Oportunidades) y gracias a que la carga fiscal está recayendo más en los ricos.

Así lo reportó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) al Congreso de la Unión en el estudio en el que se dan los resultados del primer año de vida de la reforma fiscal y en el que se concluye que pagaron más impuestos los que más tienen.

En el documento Distribución del Pago de Impuestos y Recepción del Gasto Público por deciles de Hogares y Personas se pone de manifiesto que en 2014 la carga tributaria recayó más en los hogares y personas con los mayores ingresos, mientras que la distribución del gasto público benefició a los más pobres.

En 2014 se inició la generalización del IVA a una tasa de 16% en todo el país, incluyendo a las zonas fronterizas (sin alimentos básicos y medicinas), surgieron los impuestos verdes y antiobesidad con gravámenes especiales a refrescos y comida chatarra, los trabajadores con los salarios más altos pagan más impuestos y se eliminaron varios de los tratamientos preferenciales de los que gozaban las empresas, así como se limitaron las deducciones personales, entre otras.

En la Ley de Ingresos de la Federación 2016 y la Ley del Servicio de Administración Tributaria (SAT) se establece que Hacienda debe entregar a la Comisión de Hacienda del Senado y a las Comisiones de Hacienda y Presupuesto de la Cámara de Diputados un análisis de la contribución del pago de impuestos entre la población y su efecto al gasto público durante 2014.

En 2014, los más ricos contribuyeron con 57.5% de la recaudación total de impuestos, en tanto que los de menores ingresos con 11%.

Los que más pagaron el Impuesto Sobre la Renta (ISR) fueron los hogares más acaudalados, pues 87% de la recaudación proviene de 20% de los más ricos. De acuerdo con datos de Hacienda destinaron 14% de su ingreso al gravamen y los pobres sólo 0.6%.

Lo mismo se observó en el caso del IVA, donde la recaudación se concentró en 30% de los hogares con más ingresos, es decir, 64%; el 53% de la recaudación del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) no petrolero lo pagaron los ricos.

Los hogares con más recursos destinaron 12% de sus ingresos para comprar refrescos y 19% para comida chatarra; esta proporción en los pobres fue de a 3.1% y 3.5% en cada caso.

Por el contrario, 30% de los hogares con más recursos obtuvo 67% del subsidio a las gasolinas y diesel.

Distribución. El documento detalló que en 2014 aumentaron las transferencias monetarias a través de los programas sociales como Prospera, pensión para adultos mayores, apoyo alimentario y Procampo.

Los traspasos no monetarios fueron despensas, leche, desayunos, enseres como TV, entre otros.

Entre 2012 y 2014 la incidencia del gasto en desarrollo social en el ingreso promedio por persona subió después de las transferencias.

Se destaca que el ingreso de los más pobres en 2012 antes de transferencias era de 2 mil 353 pesos, monto que mejoró con estos apoyos a 2 mil 969 pesos, es decir, 26% o 616 pesos.

Para 2014, el ingreso era de 2 mil 510 pesos que aumentó en 881 pesos con las transferencias, 35% más para quedar en 3 mil 391 pesos.

La Secretaría de Hacienda dijo al Congreso que la política fiscal ha contribuido a mejorar la distribución del ingreso por la progresividad del sistema tributario y por las transferencias del gasto público.

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