Es el testimonio de una familia de siete integrantes que se dedican a hacer piñatas todo el año. No sólo en temporada decembrina, con las posadas, es cuando mejor les va. Todo el año tienen ventas porque ponen en práctica su creatividad y habilidad para fabricar las piñatas del personaje de moda que es adquirida para fiestas de cumpleaños u otra ocasión especial. Y es que una piñata está presente en cualquier época del año; en la celebración de un cumpleaños adquieren la forma de un personaje famoso, de películas o de alguna caricatura de moda que al colgarse llena una fiesta con sorpresas y diversión. Esta es una historia de fortaleza y crecimiento por el bienestar de una familia de siete integrantes, que hoy en día dedican su vida a elaborar piñatas con diferentes formas y colores. Todo empezó con la llegada a la capital del señor Hermilo García Cruz en 1970. Oriundo del estado de Oaxaca, se estableció en Naucalpan en el Estado de México y comenzó a vender fruta en un mercado. Contó a EL UNIVERSAL que en sus ratos libres al finalizar su jornada laboral, elaboraba pequeñas piñatas con diseños originales y fue ahí donde comenzó a tomar forma el negocio. Con una inversión inicial de mil pesos, nació en 1980 una empresa 100% familiar que se dedica a elaborar piñatas para cualquier época del año, pero que en Navidad incrementa sus ventas con la llegada de las posadas; en esa temporada lanzan a la venta alrededor de dos mil 500 piezas. García reveló que las piñatas de siete picos están pasando a la historia. “Los niños y las familias mexicanas en estas fechas prefieren sus piñatas con figuras de moda o navideñas”, contó. Todas las piñatas que comercializa son hechas a mano, en su empresa trabajan alrededor de 17 familias que con papel periódico, engrudo e imaginación, crean figuras que los niños y las personas romperán en una celebración con entusiasmo y alegría, para cantar y amenizar la fiesta con el clásico: ¡Dale, dale, dale, no pierdas el tino! Mantiene en operación tres tiendas dónde se comercializan piñatas y otros artículos para fiestas: Naucalpan, Cuajimalpa y la zona de piñatas en Circuito Interior, en la ciudad de México. “El 80% de su producción sale de su taller en Naucalpan”, reveló. Las piñatas de los García también se pueden encontrar en establecimientos en el Distrito Federal y Estado de México. Comentaron que trabajan con poco más de 37 salones de fiestas en el área metropolitana y zonas conurbadas y surten tiendas en Tabasco, Irapuato y Cancún. El precio de su producto al público varía de 80 pesos hasta 420 pesos, al mayoreo y menudeo. Son cinco tamaños y más de 500 diseños nuevos y de línea. Su hijo, Luis García contó que hay personas que trabajaron en su empresa, decidieron independizarse y poner su propio negocio; algunos les venden su producción mientras otros copian sus ideas y se convierten en su competencia. “A lo largo de 30 años de operación salieron de nuestra empresa alrededor de 400 piñateros que ahora comercializan artículos con sus diseños y técnica” Niños el éxito de un negocio Al ser una empresa familiar, que se posiciona en el gusto de sus consumidores por recomendación de cliente a cliente, contaron que “la magia para estar en el gusto de los consumidores es apegarse a los gustos de los niños”. Reiteraron que trabajan por y para los pequeños, ya que son ellos quienes los guían en el mercado y no cuentan con ningún tipo de publicidad. “Todo es parte de la recomendación boca en boca entre familiares y amigos”. El resultado es la confianza de sus consumidores por tantos años de operación en el mercado piñatero. Hermilo García contó que desde 1980 realizaba piñatas con diseños originales en forma de zanahorias, aves y hasta un platillo volador. Hoy, los niños piden la figura de su caricatura favorita, como: súper héroes, princesas, caricaturas, entre otros. Al comercializar piñatas con figuras de caricaturas o películas se enfrentan a un problema por parte de terceros que quieren aprovecharse de su éxito para sacar una tajada del pastel. “Algunas personas se hacen pasar por representantes de grandes consorcios y quieren derechos de marca”, y ese es el mayor problema por el que se enfrentaron en tantos años de operación. Hace cuatro años, dijeron, “un representante” de la empresa “Marvel”, acudió a sus instalaciones para pedirles dinero y empezar a bloquear salidas de mercancía, ya que supuestamente no podían comercializar piñatas de esos personajes. La empresa enfrenta operativos sin fundamento con el objetivo de sacar ventaja y llevarse una mordida, lo cual baja las ventas con sus mayoristas.

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