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Aunque el entorno mundial ya impacta desfavorablemente la economía mexicana, los indicadores de los últimos meses muestran que hay una aceleración del crecimiento del PIB de México y por ello la Secretaría de Hacienda no hará ningún ajuste de sus expectativas de expansión hasta que el Inegi dé a conocer la cifra de la actividad productiva del tercer trimestre de 2014, afirmó ayer el titular de la dependencia, Luis Videgaray.

Explicó que aún y cuando hay aceleración en el crecimiento, las cifras muestran que están por debajo del potencial del país.

Advirtió que hay tres variables externas que “sin duda impactarán” a México, aunque la economía es de las “más preparadas” para enfrentar la desaceleración europea y de países emergentes; la volatilidad que habrá ante el próximo ajuste a las tasas de interés que haga la Reserva Federal en Estados Unidos y, la caída internacional de los precios del petróleo.

En respuesta a la encuesta de los especialistas del sector privado que difundió Banxico en el que hay un consenso sobre una desaceleración, el funcionario dijo: “revisamos nuestras estimaciones cada trimestre, cuando el Inegi da a conocer las cifras de crecimiento trimestral, la próxima cifra se dará el 21 de noviembre y habremos de anunciar si confirmamos o modificamos al alza o a la baja la estimación de crecimiento”.

Aseveró que, mientras se dan a conocer esas cifras, ellos ven que los indicadores de la economía se aceleran y hay mayor crecimiento como el comportamiento de las exportaciones, la inversión fija bruta, la formación de capital, el incremento de la actividad en la industria de la construcción, la producción industrial y el gasto público.

Sin embargo, la economía mexicana requiere un estímulo adicional para retomar la ruta del crecimiento en lo que las reformas estructurales generan resultados sobre la actividad productiva. Por ello la política fiscal y monetaria están en fase expansiva que se eliminará conforme se regrese a la normalidad, comentó en el marco de la Reunión Anual de Industriales que organiza la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).

Estas medidas fiscales y monetarias como el incremento del endeudamiento se tomaron ante el complejo escenario internacional y que se podría agrupar en tres situaciones.

Primero, continúa a la baja el crecimiento económico del mundo, especialmente en Europa y en economías emergentes. “La buena noticia es que los mexicanos somos parte de la región Norteamericana, donde se registra el área más dinámica de recuperación económica”.

El segundo reto está en que próximamente la Reserva Federal ajustará las tasas de interés y ello generará períodos de volatilidad. Ante ese hecho, ya se tomaron acciones para reducir los efectos de las decisiones que se tomen en Estados Unidos como el renovar la línea de crédito flexible con el Fondo Monetario Internacional.

Como tercer punto está la baja de los precios del petróleo, situación que llevó al gobierno a definir diversas acciones para cubrir el impacto que podría tener en las finanzas públicas.

Explicó que otra de las situaciones favorables que se registran es que el crecimiento del empleo formal es mucho mayor al informal, lo que muestra que éste último ya llegó a un punto de inflexión, aseguró el Secretario.

“La informalidad gradualmente empieza a ceder terreno, porque el crecimiento del empleo formal según las cifras del IMSS crece al 4.1% mientras que la economía crece a una tasa inferior, lo que quiere decir que tenemos una tendencia positiva a la formalización”, indicó el funcionario.

Esta situación se da por diversas causas y una de ellas es que el Régimen de Incorporación Fiscal genera resultados, porque de los 4.3 millones de contribuyentes que actualmente hay inscritos en dicho esquema, 800 mil personas ingresaron recientemente, es decir que antes operaban en la informalidad ahora ya trabajan en el sector formal.

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