En la década de los 80 y 90, México y España catapultaron sus inversiones y relaciones comerciales, gracias a grupos como BBVA que entre 1993 y 1999 compró a los bancos Mercantil Probursa, Banco de Oriente y Banca Cremi.

En el caso de la banca y con la modificación de la Ley de Inversión Extranjera, Grupo BBVA adquirió a Bancomer, mientras que Grupo Santander compró a Serfin.

En el primer caso, BBVA Bancomer reportó una utilidad neta de 37 mil 781 millones de pesos obtenida a lo largo de 2013, en comparación con los 26 mil 832 millones de pesos de 2012.

En el caso de Santander, reportó 18 mil 903 millones de pesos, según un reporte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Sin embargo, ya había antecedentes de empresas como Mapfre, Comercial Mexicana, Soriana, Gigante, Freixenet, Modelo, Grupo Ángeles que habían logrado fusiones importantes con pares ibéricos.

Con la recién aprobada reforma energética, España ha fijado la mira en México y según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), así como de la balanza comercial de México 2013, México le vendió 64 millones 78 mil barriles, equivalentes al 16% del total de las exportaciones mexicanas, convirtiendo al país ibérico en el segundo receptor de petróleo crudo mexicano.

Información de la Cámara Española de Comercio en México refiere que ese país cuenta actualmente con 400 empresas distribuidas en diversos sectores económicos y comerciales mexicanos, principalmente en la Ciudad de México, Nuevo León, Jalisco, Estado de México, Puebla, Querétaro, Veracruz y Quintana Roo.

Inyección de capital. La inversión española en México está concentrada de la siguiente forma por orden de sector: financiero, seguros, construcción, telecomunicaciones, energía, cultura, deporte; industria manufacturera, ciencias, servicios de remediación, inmobiliarios y servicios educativos.

Según el informe 2014: Panorama de la inversión española en Latinoamérica, realizado por el Instituto de Empresas de España (IE), AirFrance y KLM, la distribución de las empresas establecidas en México corresponden a las facilidades que ofrecen para la apertura de negocios, su ubicación geográfica, infraestructura y gracias a que el 40% de las empresas que operan en la región, puede verse afectada por la crisis económica mundial.

En tanto, el informe: México y España en el espejo global, realizado por la consultora PwC y el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), refiere que la presencia de empresas españolas que operan en México supera las 3 mil 600 y en varios casos, la unidad mexicana es la unidad de mayores ingresos y rentabilidad registra tasas de crecimiento de dos dígitos.

Del lado mexicano, entre los empresarios más representativos que han volteado a ver a España está el grupo de inversionistas encabezados por familias como los Slim de América Móvil, los Vázquez Raña del Grupo Empresarial Ángeles; Losada de Grupo Gigante; Bailléres de Grupo Bal; Martin Bringas de Organización Soriana; Del Valle Ruiz de Mexichem o la familia Servitje de Grupo Bimbo.

Cifras de la Secretaría de Economía (SE) señalan que las importaciones españolas registraron un crecimiento importante entre 2009 y 2013 hasta llegar a los 4 mil 311 millones de dólares, derivados de productos como gas natural, aerogeneradores, vinos, aluminio, químicos, azulejos, perfumes, lociones, ropa, calzado, entre otras.

En contraparte, tan solo en 2013, las inversiones mexicanas en el país europeo crecieron 310%, con lo que se posicionó como su principal inversionista fuera de la Unión Europea.

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