El flujo de remesas que ingresó a México sumó 2 mil 51 millones de dólares durante febrero de 2017, cifra 1.4% inferior a la registrada en el mismo periodo del año anterior, informó el Banco de México (Banxico).

Es el primer retroceso que sufren estos recursos en 11 meses, fuente de divisas para México y alta incidencia en el consumo de las familias, principalmente las de bajos ingresos.

La contracción de los denominados migradólares se da en el contexto del principio de administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha amenazado con imponer un impuesto a estos recursos.

Sin embargo, la viabilidad de esa medida todavía se encuentra muy cuestionada por el impacto que puede tener sobre otros flujos financieros.

El especialista de BBVA Research, Juan José Li Ng, explicó que un factor que influyó en el menor envío de remesas fue la apreciación del peso frente al dólar, lo que desincentivó a algunos mexicanos a mandar los dólares a sus familiares.

Añadió que otra causa fue que las remesas cayeron por un efecto base, pues el año pasado tuvieron un crecimiento de 13%.

El economista en jefe de Banorte, Alejandro Cervantes, explicó que hacia adelante consideran que el crecimiento de los flujos de remesas será determinado por la política antimigratoria que implementará la administración de Donald Trump, después de que el Departamento de Seguridad Interior de EU dio a conocer los procedimientos para agilizar la deportación de migrantes.

“Los trabajadores migrantes mexicanos sin ciudadanía quizá continuarán descontando una mayor probabilidad de ser deportados, por lo que consideramos que el flujo de remesas del primer semestre del año estará explicado por este factor”, abundó.

Conversión favorable. En términos de poder adquisitivo, las remesas que se enviaron en febrero, convertidas a pesos y descontando el efecto inflacionario, crecieron 3.6%, con monto de 33 mil 370 millones de pesos que llegaron a México en el segundo mes del año, detalló el especialista.

El número de transferencias ascendió a 6 millones 795 mil envíos, cifra 5.2% inferior a la registrada en el mismo periodo del año anterior, su primer retroceso desde abril de 2014.

Al contrario, el monto promedio de lo enviado por operación ascendió a 301.9 dólares, cifra 3.8% superior a lo reportado un año antes, su sexto mayor valor en casi cinco años.

La contracción en el número de envios contrarrestó el efecto que pudieron haber tenido su mayor monto promedio y la positiva evolución del empleo constructor de EU.

Esta actividad ha sido una alta demandante de mano de obra mexicana, porque en el mes que se reporta se observó un fuerte incremento de 58 mil puestos, el más elevado en 10 años, explicó Carlos González, analista económico de Scotiabank.

El entorno macroeconómico en Estados Unidos continúa siendo favorable, pues la tasa de desempleo a escala nacional fue de 4.7% durante febrero, lo que también favoreció al empleo de los migrantes mexicanos en ese país, de donde se originan gran parte de las remesas que se envían.

Li Ng prevé que las remesas van a continuar creciendo los siguientes meses, pero a tasas moderadas.

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