El ajuste en las expectativas económicas de Estados Unidos para este año tendrá un impacto negativo en la débil recuperación de México, estimaron especialistas. La demanda estadounidense de productos mexicanos en los primeros meses del año ya se vio afectada por el duro invierno, lo que redujo el dinamismo de la producción y exportación manufacturera al menos en el primer trimestre.

El mes pasado, la Reserva Federal ajustó a la baja sus proyecciones de crecimiento al pasar de un rango de 2.6-3% a 2.3-2.7%,en parte por el impacto que el fortalecimiento del dólar podría tener en las exportaciones de EU. Ello significa una mala noticia para las ventas mexicanas al exterior (principal motor de la recuperación), toda vez que una buena cantidad de dichos productos forma parte de manera directa o indirecta de exportaciones estadounidenses.

Al igual que en 2014, el crudo invierno en Estados Unidos trajo como consecuencia una menor demanda de productos mexicanos en los primeros meses de este año; las exportaciones manufactureras no automotrices pasaron de un crecimiento anual de 14.7% en diciembre pasado a sólo 1.4% en enero de 2015, a pesar de la fuerte depreciación del peso.

La baja en el crecimiento esperado para México en relación a la actividad industrial sorprendió, por lo que el riesgo para el primer trimestre sí puede ser importante, ya que de todos los factores que explican el crecimiento de 2015 el sector manufacturero de exportación definitivamente será el de mayor peso, advirtió el analista de banco Ve por Más, Isaac Velasco.

Esperan fin de mal clima. Este mal inicio del sector manufacturero en Estados Unidos tuvo un reflejo en el inicio de año para México en producción industrial, pero las señales negativas son coyunturales y las positivas más estructurales, y cuando pasen los problemas climáticos deberíamos ver más noticias favorables, opinó el economista en jefe de BBVA Bancomer, Carlos Serrano.

Si se normaliza el consumo en Estados Unidos, el tipo de cambio depreciado beneficiará a las exportaciones de México, agregó el analista.

Hay que tener en cuenta que muchas veces las compras de diferentes empresas estadounidenses —sobre todo las más grandes— están cubiertas por meses, lo que puede retrasar el efecto del tipo de cambio sobre las exportaciones mexicanas.

“Creemos que los efectos serán notorios a partir de mayo, de acuerdo con algunos estudios de sensibilidad que hemos hecho”, expuso Velasco.

Otro factor que podría limitar la capacidad de arrastre de las exportaciones mexicanas es que baja su contenido de valor agregado, es decir, importamos para exportar, opinó el profesor e investigador del Tecnológico de Monterrey, Raymundo Tenorio.

Por esta razón, “en estos dos años y medio, o ya casi tres de recuperación de la economía de EU, nuestro crecimiento no ha sido tan rotundamente arrastrado por esa dinámica de la economía estadounidense”, agregó el académico.

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