La distribuidora de medicamentos Casa Saba vendió 22 centros de distribución a Fibra UNO para pagar parte de la deuda de 7 mil millones de pesos que tiene con laboratorios farmacéuticos, dijo Moisés Saba, uno de los hijos del fundador del corporativo.

“Son 22 centros de distribución, no creo que les alcance, porque la deuda que tienen con los laboratorios anda sobre 7 mil millones de pesos y dudo que esas sucursales valgan tanto dinero. Es algo que ya está hecho, pero no sé en cuánto vendieron a Fibra UNO”, comentó el empresario en entrevista.

En junio pasado, EL UNIVERSAL informó que el corporativo presidido por Manuel Saba Ades tenía un adeudo mayor a 7 mil millones de pesos con más de 500 laboratorios, pero nunca detalló a los inversionistas sobre su situación financiera.

Alertan de pasivo laboral. Moisés Saba, hermano del actual presidente de Grupo Casa Saba, y quien abandonó la empresa por una disputa legal con la actual administración, anticipó que la compañía acumula un nuevo problema, que serán los pasivos de sus trabajadores, en medio de su delicada situación financiera.

“Aunado a esto a Casa Saba le queda el pasivo laboral y hay personal que lleva 20 años trabajando ahí. La gente está preocupada porque no sabe qué pasará con todos los años que le dedicaron a ese negocio”, agregó.

En su último reporte financiero, Casa Saba dijo tener 3 mil 543 empleados y 52 funcionarios. De enero a septiembre de 2014, sus ventas bajaron 47.3%, al desincorporar su negocio de farmacias a la compañía Alliance Boots por 8 mil 300 millones de pesos que utilizó para pagar su deuda con bancos.

Hasta el tercer trimestre de 2014, contaba con activos totales por 7 mil 887 millones de pesos, de los cuales sus propiedades ascendían a mil 797 millones de pesos y su dinero en efectivo era de 398 millones de pesos, monto que no sería suficiente para cubrir el pasivo con las farmacéuticas.

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