Comer tacos de “tripa dorada” es la comida que más disfruta el presidente del Comité Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Juan José Ruiz Rodríguez, quien confesó que su mayor aventura es haberse ido a la edad de 18 años a Canadá en condición de indocumentado donde trabajó en la industria de la construcción.
Entrevistado A Bote Pronto por EL UNIVERSAL Querétaro, el actual dirigente del tricolor recordó con nostalgia que en su etapa de niño, su abuelo lo enviaba a repartir periódicos —con contenido católico— todos los domingos afuera de las iglesias de la ciudad, además de que fue catequista.
La lealtad, debido que a soy una persona muy agradecida.
La honorabilidad y el cumplimento de la palabra.
Trabajar de manera ilegal en Canadá cuando tenía 18 años, haciendo casas de madera, en una época invernal. Ese viaje duró casi un año y aprendí mucho. Conocí mucho ilegal uruguayo, mexicano, argentino, chileno.
Aunque también considero una aventura el lanzarme en paracaídas, eso me gusta mucho, al igual que subirme a la motocicleta.
Además cuando era niño iba los domingos a las iglesias a repartir un periódico que se llamaba Comunicación y entre semana mi abuelo me ponía a imprimirlo en una bodega que teníamos; además fui catequista.
Que les vaya bien y que siempre estén contentos.
La indisciplina. El no seguir las reglas al pie de la letra, me genera problemas.
Mi trabajo en la política, eso para mí es una pasión, también correr, nadar y viajar en motocicleta.
Tener dos hermosos hijos, además de que mi trabajo en la política es lo que más me gusta en la vida y eso no todo mundo lo puede tener.
La muerte de mi papá, quien era mi mejor amigo.
Tener un empleo que me permitiera viajar.
Irlanda. Por su clima me gusta, además de que es un país que conserva sus tradiciones y cuida la figura de la familia.
El blanco y el rojo. El blanco por ser un color muy limpio y el rojo por ser el de mi partido. El rojo para mi es el color que define al PRI, aunque cada vez se usa menos.
El perro, por ser un animal versátil y noble.
“My Way”, de Frank Sinatra.
Manhattan, de Woody Allen, pues me hace reír mucho.
Soy fanático de Julio Verne, aunque me gustan El Príncipe, de Maquiavelo, y El espíritu de las leyes, de Montesquieu.
El Hombre Araña
Frank Sinatra
Comprometido, simple y apasionado.
Juan José y María, así se llaman mis hijos.
No soporto al mentiroso
La traición y la ingratitud.
Winston Churchill y Porfirio Díaz.
A Diego Rivera para sentarme a platicar con él.
Volar.
Tranquilo y lúcido, a una edad intermedia, y haber cumplido con las cosas que te fijes, entre ellas ver bien a mis hijos.
No.
Tacos de tripa, los que venden en una calle empedrada que está atrás del Templo de la Cruz. Ahí es famosa la tripa dorada, voy muy seguido a comer ahí.
Mi filosofía es que donde hay un problema hay una oportunidad y eso me ha servido mucho.
Yo me proyecto gozando a mis hijos, salir a la calle y recibiendo muchos saludos de la gente que me reconozca lo que haya podido hacer en el servicio público. Mi objetivo es ser un buen ejemplo para mis hijos, a quienes les he fomentado la ética, lealtad y honorabilidad, para que ellos tengan una vida ejemplar.
Ser buen amigo
A mi papá que ya falleció; en lo artístico a Diego Rivera y Frida Kahlo y en lo político, en lo nacional a Enrique Peña Nieto debido a que es un presidente que está comprometido con el país al 100% a pesar del costo político que está teniendo; también al ex gobernador de Querétaro José Calzada Rovirosa, debido a que encabezó un proyecto que vi crecer y ganar.
“Amo el canto del cenzontle, pájaro de cuatrocientas voces”, de Nezahualcóyotl.
Pinal de Amoles, en Querétaro, y Puerto Escondido, en Oaxaca
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