César Cielo, medallista de oro en los 50 metros libres de natación, en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, estuvo en Querétaro, donde participó en la Copa Heller.

El brasileño habló para EL UNIVERSAL Querétaro sobre detalles de su vida que lo han llevado a ser uno de los mejores atletas en la historia contemporánea.

Una lesión lo mantuvo al filo de su carrera, estuvo a punto del retiro, pero se inspiró en Rafael Nadal para regresar y convertirse en campeón en Barcelona, en 2013, donde fue el primer nadador en la historia de realizar un tricampeonato mundial.

Es poseedor del récord mundial en los 50 metros y 100 metros libres, desde el año 2009.

Cielo habló de cómo vivió los Juegos Olímpicos de Río 2016, dónde tuvo que estar fuera de la piscina, ya que no logró clasificar para dicha justa; fue uno de los momentos más dolorosos de su vida, aunado a que la situación política y social de su natal Brasil no favorecieron en la realización de los olímpicos.

¿Cuál es el principal rasgo de tu carácter?

—Creo que la persistencia y la exigencia porque siempre doy mi 110 por ciento; me quedo frustrado cuando no consigo hacer algo.

¿Cuál es la cualidad que más aprecias en un hombre y en una mujer?

—La paciencia [ríe]. Por esta exigencia que tengo, mi familia, mi novia deben tener mucha paciencia porque quiero hacer todo perfecto; es una búsqueda incesante de ser el mejor.

¿Qué es lo más aventurero qué has hecho?

—Creo que mi vida no ha tenido tanta aventura. He llevado una vida con muchas reglas, disciplina, pero lo más aventurero es difícil de responder, creo que fue quedarme muchos meses sin nadar, quería descansar un poco y fue mucho tiempo, tal vez no fue una aventura, pero en realidad, no sé qué es lo más aventurero que he hecho.

¿Cuál es tu principal defecto?

—Creo que es la misma que mi cualidad, la exigencia, tiene los dos lados. Es un factor que me ayuda mucho a buscar ser el mejor, pero, por otro lado, es difícil ser una persona exigente, me pone en situaciones muy negativas a veces. Es un equilibrio que tengo que buscar todo el tiempo.

¿Cuál es tu ideal de la felicidad?

—Estar satisfecho con mi carrera, hacer algo que me guste, como la natación. La natación para mí es un sueño y cuando deje de hacerlo, quiero encontrar algo que me haga la misma felicidad”.

¿Dónde estarías de no haber sido nadador?

—Creo que en algún otro deporte, probablemente voleibol o algo así, porque a mí me gusta mucho competir, buscaría algo en donde competir.

¿Cuál es tu animal favorito y por qué?

—Quería mucho a mi perro, era un labrador y nadaba mucho también [ríe], era mi amigo de los fines de semana, nadábamos mucho juntos.

¿Cuál es tu canción favorita?

—Me gusta mucho el Pop de los 80 y 90, aunque no he escuchado mucha música últimamente porque en la piscina la música se queda mucho tiempo en mi cabeza y no me puedo concentrar.

¿Cuál es tu película favorita?

—Coach Carter que es con Samuel L. Jackson

¿Cuál es un hábito ajeno que no soportes?

—Es algo que vivimos en Brasil. Es triste, en cuanto a la educación estamos caminando en dirección equivocada. Con todo lo que está ocurriendo en mi país, con la política, nos estamos olvidando de ser respetuosos con las demás personas. Para mí, Brasil está dejando de ser patriota, a mí me gustaría que mis compatriotas sintieran más orgullo de ser brasileños, eso es algo muy importante para mí, me emociona ver mi bandera, escuchar mi himno nacional.

¿Cuál es la medalla a la que más le tienes cariño?

—Esa es difícil. Me gusta mucho la medalla de los 50 metros libres de Pekín, los 100 metros libres también de Pekín, los 50 metros libres de Barcelona: esa es muy especial. Me gusta mucho la medalla de los 100 libres del mundial de Doha, pero me quedó con la de Barcelona.

¿Qué significaron los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, para ti?

—Honestamente, fue un momento en el que estaba pensando mucho si continuaba o dejaba de nadar, 2015 fue muy difícil para mí, solamente no paré de nadar en ese año para estar en los Juegos de 2016, pero fue un año en el que no estaba en un buen momento y para mi país no fue tan interesante como ciudadanos, ya que estábamos en una situación complicada, veníamos de la Copa del Mundo de 2014; es muy triste porque era una oportunidad para enriquecernos, pero fue totalmente lo contrario. Para mí, no fue una experiencia muy buena porque no pude competir, pero tampoco lo fue para mi país, por lo que se vivía.

¿Si la natación fuera una persona y la tuviera de frente, qué le dirías?

—Pienso que la piscina es una persona [ríe]. Yo le digo a mi mujer que la piscina es mi segunda mujer, discutimos, hacemos todo. Hay días en que amo la piscina y hay días en las que no me gusta ni un poco, pero es un gran amor, si yo pudiera retroceder en mi vida, lo intentaría todo de nuevo y quiero tener a la piscina toda mi vida, quiero tener contacto con ella hasta que me muera.

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