En el Patio de los Naranjos de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), los xitas ensayaron su tradicional danza de la fertilidad, una celebración para pedir lluvia y buenas cosechas, que es originaria del valle de Temascalcingo, Estado de México. En los tiempos de descanso, las grandes mascaras caían al suelo y dejaban ver el rostro de los jóvenes, algunos casi niños, quienes son los que brindan energía a este baile conocido popularmente como Danza de los Viejitos o Xita Corpus, y es tan importante que hasta tiene su propia cerveza, bebida que se elabora aquí en Querétaro, a manos de jóvenes de Temascalcingo.

Invitados a la quinta edición del Festival de Lengua, Arte y Cultura Otomí (FLACO), los xitas bailaron en el Centro de Arte Bernardo Quintana de la UAQ, previo a la inauguración de la exposición que presenta un registro fotográfico de dicha celebración, con piezas originales de David Steck, Carlos Gordillo, Eunice Murillo, Jaap Koolmees y Aurelio Núñez.

Vestigios prehispánicos con intenciones religiosas se mezclan en esta danza, en donde predomina la imagen de los viejitos que bailan alegremente al sonido del violín.

“En vista  del Jueves de Corpus se inicia la danza de la fertilidad, es una danza mazahua, y sí tiene sus vestigios católicos, pero también posee una raíz prehispánica e incluye muchos toques de los otomíes, realmente se hizo una mezcla, porque en este municipio de Temascalcingo convergen las dos culturas, tanto la otomí como la mazahua; y la danza de los xitas es dedicada a la lluvia, se danza el Jueves de Corpus. El municipio ha buscado que esta danza sea reconocida por la UNESCO, de hecho estamos por recibir la denominación de origen: Danza de Viejos de Corpus, porque hay bailes de Corpus, pero la Danza de Viejos de Corpus es tradicional de nuestro municipio”, platicó a EL UNIVERSAL Querétaro Alma Rosa Díaz, quien acompañó a la comparsa en su visita al FLACO.  

Xita en mazahua significa viejo. Un anciano simboliza una persona llena de experiencia y sabiduría, también se les atribuye abundancia.

“La tradición es que sean viejos, porque se supone que a los ancestros es a quienes se les pedía la bendición de la lluvia, por eso están vestidos con máscaras de viejos, la tradición es esa, que un anciano y una anciana, que son representaciones de los seres divinos, sean los que bailen para atraer la lluvia, para que se rieguen las tierras y se produzca el maíz, es una danza de fertilidad del maíz”, detalló la experta.

Los xitas se representan con harapos, mientras que las máscaras con rostro de viejitos se crean con la fibra del maguey y cartón.

“Están hechas con la base del maguey, papel y cartón, tienen un soporte de metal y están forrados de ixtle, se trata de que todo sea de productos que tengan algún sentido con la tierra, como el ixtle y maguey, y sus ropas son de harapos. Esta pequeña comparsa que se presentó en Querétaro, es como la décima parte de lo que se ve en la danza en nuestro municipio, porque es muy, muy grande, participan nueve comunidades dentro de la danza, en realidad es de todo el pueblo”, agregó.

Cada contingente de Viejos de Corpus está acompañado por el “viejo mayor” y la “viejota”, seguidos de los viejos segundos y terceros, de los músicos y el torito, que es el mediador de la danza y controla a la muchedumbre. La participación de los niños ha hecho que está celebración se enriquezca y también preserve su futuro.

La gente del pueblo también participa, los xitas danzan en los negocios, comercios y plazas, y reciben como agradecimiento fruta, dinero y otros objetos, pues se considera que la danza de estos seres extraordinarios traerá abundancia en las ventas del año. Al terminar su baile regresan a sus comunidades, donde la fiesta concluye con la quema del viejo, que es una representación hecha de harapos, dicha acción tiene una señal de purificación.

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