A continuación les comparto algunas reflexiones personales sobre mi experiencia con los Apoyarte y Pecda.

Nunca hay dinero que alcance ante las enormes necesidades y carencias de las y los artistas. A raíz de la crisis económica ocasionada por el Covid-19 han visto mermados sus ingresos y buscado el sustento diario en otros oficios. Es triste y cierto confirmar que siempre habrá alguien que se quede sin apoyo.

Escribir para solamente ganar dinero con un Apoyarte o Pecda es absurdo. Si no tienes nada qué decir a través del arte, dedícate al comercio.

Escribir un proyecto para el Apoyarte o Pecda es un género literario que se puede llegar a dominar como la novela o el cuento. Es muy difícil, pero no imposible, bajar las ideas de la cabeza al papel. Siempre hay pérdidas. Y no siempre lo que uno imagina, es lo que, el otro o la otra, entendió.

“¿Por qué ella o él y no yo? Si yo tengo más trayectoria y soy más artista que ella o él”.

Muchas veces me lo cuestioné. Quizá mi proyecto “perdedor” era en esencia de mejor calidad que los que ganaron. Sin embargo, el sinodal solamente evaluará lo que escribiste para bien o para mal.

Escribe para que el sinodal se enamore de tu proyecto. Sedúcelo para que lo escoja entre los demás.

Por cada cosa que gané hay, en la carpeta de archivos, diez proyectos de becas y concursos que perdí. El fracaso es el pan de cada día.

Seguir trabajando y perseverar, no desanimarse jamás. Los artistas auténticos crean, con o sin beca, con o sin Apoyarte. Lo importante es seguir creando con los recursos y el tiempo de los que uno dispone, sean pocos o muchos.

He aplicado para Apoyartes y Pecdas desde 2016 y hasta ahora había tragado tierra y escupido su sabor amargo. Había maldecido a la convocatoria; una vez me enojé con un funcionario que no aceptó mi carta de residencia y quedé excluido automáticamente de participar.

Las convocatorias cada año son perfectibles y podrían tener más candados para evitar la duplicidad de apoyos a una misma persona.

A partir de 2020 habrá que exigir, firme y respetuosamente, a las instituciones culturales que convoquen a dos Apoyartes y a un Pecda año con año. Si se pudo este año tan difícil, se podrá en los siguientes.

Sería sano y transparente saber quiénes fueron los sinodales de cada emisión. Celebro que se haya dado a conocer esa información. Los jurados siempre deben ser artistas de otras latitudes y con una trayectoria intachable y destacada.

Ya nunca más carpetas impresas y engargoladas por triplicado. Participar en las convocatorias del Estado debe ser de manera digital. Esta ciudad sin árboles lo agradecerá. Recomiendo leer el libro Cómo elaborar un proyecto cultural (y no frustrarse si no lo seleccionan) de Carlos E. García Martínez. Así se llama. No es broma. Por ahí anda el libro circulando en la red. Fue editado por el extinto Conaculta en 2006.

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