“Me dedico 100 por ciento a la danza, de eso vivo”, dice con voz fuerte Cinthia, quien tuvo que cancelar proyectos y presentaciones a causa de la pandemia que originó el Covid-19. ¿Y qué es la danza para la coreógrafa y bailarina de 28 años? Un acto de resistencia, responde.
“Yo siempre he dicho: la danza es para guerreros. Y qué bueno que todavía hay personas interesadas y ahora podemos llegar a ellas a través del espectáculo virtual”.
Cinthia Ramos presenta hoy, a las 18:00 horas, por medio del Facebook del Museo de la Ciudad el espectáculo Dos punto siete, danza contemporánea con la interpretación de Cecilia Vázquez, María Concepción Mayorga, Jennifer Aguilar y Enrique Pacheco.
El proyecto fue beneficiado por el Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) 2018-2019, y es el primer proyecto independiente de Cinthia, el cual toca el tema de la muerte y se divide en tres piezas.
“Fue realizado a finales de diciembre y habla de la muerte, pero no como un cliché sobre la incógnita de morir. Yo abarco que en la vida, día a día tenemos pequeñas muertes, ya sea emocionales, como las crisis”, explica en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro
“2.7 kilómetros recorridos, 2.7 muertes que he vivido. ¿Qué significa morir? ¿Qué significa nacer? Morir no es la meta, es la irremediable realidad. Morir no es el fin, es el comienzo y la vida consiste en empezar más de una vez. Esta es la historia de mi viaje a través de mis pequeñas muertes. Soy un pedazo de tierra, un pedazo del todo. Como tú, como todos. Quiero contar mi viaje para ayudarme a comprender. Y si mi camino te enseña algo, entonces vale la pena contarlo”, se lee en la sinopsis.
El espectáculo se presentó en el 2019 en una breve temporada en Galería Libertad, y ahí se realizó una grabación de Dos punto siete, que ahora se proyecta a través del Museo de la Ciudad.
Originaria del estado de Hidalgo, Cinthia comenzó su entrenamiento formal en danza contemporánea en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro y ha participado en diversos eventos como el Festival Internacional Cervantino, y ha bailado en Seattle, Suecia y Colombia.
Para este 2020 tenía varios proyectos y funciones de Dos punto siete, pero por causa del confinamiento todo se canceló.
“En lo personal todas mis actividades artísticas se frenaron, tenía en puerta proyectos como participar en un concurso importante en el sector de la danza llamado Cuatro por cuatro, es un certamen en donde tienes que bailar con medida de cuatro por cuatro nada más, y una de mis piezas, que es parte de Dos punto siete, iba a participar, era en Tijuana y se suspendió el concurso, perdí mis vuelos, la aerolínea no me regresó el dinero de mis vuelos, y el concurso se reprogramó para marzo del próximo año. Yo me dedico 100 por ciento a la danza, de eso vivo, y también soy docente de danza, pero todas las academias se cerraron y los colegios siguen hasta la fecha en línea, entonces yo estoy trabajando en línea, pero del 100 por ciento de sueldo ahora estoy recibiendo sólo el 30 por ciento. Los teatros siguen cerrados y lo único que puedes hacer son cosas virtuales y ahí no hay una retribución económica, sí está difícil”.
Y aunque la pandemia ha afectado mucho a la comunidad artística económicamente, exponiendo la vulnerabilidad del sector, el acercamiento a los medios digitales les ha permitido mantener contacto con su público y atraer a gente que no apreciaba la danza.
“Nos ha afectado mucho, pero yo esperaría que con todo esto valoraran más nuestro trabajo. Y el aprendizaje que nos ha dejado es que tenemos que seguir avanzando, porque la danza está en un riesgo de desaparecer si no te ajustas a las nuevas modalidades, no nos gusta trabajar así, pero es lo que hay y tenemos que adaptarnos”.
