La edición número 17 del Festival de la Joven Dramaturgia cerró con la entrega del Premio Nacional de Dramaturgia Manuel Herrera 2019 a Playa Paraíso, obra de Gabriela Román Fuentes; y ahora inicia el conteo para la edición de 2020, año en que el encuentro cumplirá la mayoría de edad.

¿Cuál será el futuro del Festival de la Joven Dramaturgia, qué es lo que falta o quieren mejorar?, se le cuestionó a Imanol Martínez, dramaturgo y director artístico del festival.

“Reforzar algo que ya ocurre, que tenga impacto con la ciudad, creo que es un festival que tiene un lugar ganado a nivel nacional, pero que a nivel local no alcanza a medirse ese impacto; yo lo puedo decir en términos personales, yo, sin el festival, no hubiera podido escribir algunas de las cosas que he escrito, y a futuro yo pensaría en eso, en reforzar la escena local y particularmente ver a los autores queretanos, porque no ha habido una continuidad en seguir produciendo a más autores queretanos, y preguntarles: ¿por qué Querétaro no monta ninguna de las obras que se ven aquí en el festival? Hay casos muy aislados, como Jean Paul Carstensen dirigiendo una obra (Sarah Josepha) de Luis Santillán; pero qué pasa en eso, ¿cuál es la vinculación con los creadores escénicos locales?, porque finalmente el festival intenta funcionar también en lo local, y todo eso hay que repensarlo”, respondió en entrevista a EL UNIVERSAL Querétaro.

Previo al cierre del mismo festival, se abrió diálogo para hablar sobre la futura edición y plantear las mejoras, propuestas de programación, montaje, temáticas, tópicos de reflexión, invitados, talleristas.

“Son temas que siempre se discuten al final de cada edición y el hecho de que sea un número simbólico, 18 años, como la mayoría de edad, lo pensábamos no sólo en que implican los esfuerzos que hemos tenido para que se siga realizando aquí en Querétaro, el apoyo brindado institucionalmente, pero también desde la misma dirección artística se trabajará en repensar el festival, porque de pronto uno, por inercia, encuentra la importancia en algo que ya se ha venido haciendo, que es casi tradición, y se pierde un poco de vista la verdadera importancia de un festival como este, que se realiza en una ciudad como Querétaro”, agregó.

Otro de los temas que hablaron en las mesas de diálogo, y que ha sido una reflexión recurrente en otras ediciones, es la participación de las mujeres en la dramaturgia.

“El festival siempre ha tenido la participación de las mujeres y sí ha ido aumentado, ahora mismo la programación de este año fue equitativa entre hombres y mujeres, pero siempre ha habido mujeres, sobre todo talleristas; ahora en el mismo equipo del festival, los únicos hombres somos Luis Santillán y yo, el resto son mujeres, y bueno, son temas que siempre se discutían y ahora creo que es una necesidad en todo el mundo, y lo que buscamos es justamente escuchar de viva voz a las autoras que participan en el festival, saber cuáles son sus inquietudes y experiencias como dramaturgas”, añadió.

En el Premio Nacional de Dramaturgia Manuel Herrera 2019, Imanol Martínez participó como jurado, experiencia que el permitió conocer otro punto de vista de este certamen que conoció primero como espectador y luego como organizador del mismo festival, ya que es una tradición que se presente al ganador en el marco de la Joven Dramaturgia; y también como autor, con la obra Neighborhood, Imanol ganó dicho galardón en el año 2016.

“Fue muy interesante conocer este otra frente del certamen; y del texto de Gabriela puedo decir que la discusión fue sobre los aciertos que tiene el texto, de entrada es un texto muy duro, por lo cual, como directivos del festival, nos preocupaba ver a quién se lo íbamos a dar, ¿qué director tenía las herramientas y sutileza para poder trabajar un texto así de complicado?, y pensamos inmediatamente en Uriel Bravo, que yo creo que es el mejor director que tenemos en Querétaro; Playa Paraíso plantea problemáticas reales como es la prostitución infantil y no tiene concesiones morales, no plantea un dicotomía entre el bien y el mal, y sus personajes deambulan por esa ambigüedad”, destacó.

Con la dirección de Uriel Bravo y la destacada participación de los primeros Sara Isabel Quintero y Manuel Oropeza, se realizó una lectura de Playa Paraíso en la misma ceremonia de premiación que tuvo como sede el Museo de la Ciudad. Y se entregaron menciones honoríficas a: Cherri sour y la tragedia del pink flamingo, de Isabel Vázquez Quiroz, y Fantasmas tras la puerta, de Fernando Leal Galaviz.

Imanol también propuso a la Secretaría de Cultura de Querétaro que tanto la obra ganadora como las menciones honoríficas, se publiquen en coedición con Paso de Gato, para que el texto tenga mayor visibilidad y movilidad, con la finalidad de que pueda llegar a productores y directores de teatro interesados en su montaje.

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