Javiera Mena, cantautora y productora chilena, ha destacado en la industria musical por sus mezclas de electropop, siendo reconocida hace tres años con el Premio Pulsar como Mejor Artista Pop y Mejor Artista Chileno en 2011.
En septiembre, la artista presentó Espejo, su quinto álbum, en el Teatro Caupolicán en Santiago de Chile, sorprendiendo a sus seguidores no sólo por sus nuevos beats, sino también por la exploración filosófica que hace de la vida a través de sus nuevas canciones.
Convencida de que las discusiones en torno al papel de las mujeres en la sociedad han contribuido a generar importantes cambios dentro de la cultura, Mena comparte su experiencia con EL UNIVERSAL Querétaro sobre esta nueva producción discográfica, en la que incluye algunas de sus últimas reflexiones sobre el ser y la espiritualidad, y que espera presentar en México en febrero o marzo del próximo año.
¿Desde qué visión has creado tu nuevo material?
—Hoy en día la cultura mainstream me parece que va a otro universo que no tiene nada que ver con lo que yo hago; tampoco la critico, simplemente he optado por generar diversidad en el ambiente musical latinoamericano. Soy una mujer que hace sus propias canciones y está interesada en crear material diferente al que suena actualmente, que en su mayoría tiene que ver más con la pasión y el deseo. Por eso, mi nuevo disco lo he llamado Espejo, porque cada una de sus canciones habla de la introspección y de ese mirarse a sí mismo.
¿Qué te motivó a introducir estas reflexiones a la música?
—La verdad fue una necesidad. Mis canciones y mis discos los hago cuando quiero comunicar algo. Siempre debo tener algo qué decir para lanzar un nuevo material, y justamente en este momento yo había estado profundizando en temas más filosóficos relacionados quizás un poco con mi edad. Si bien, ya había retomado esos temas en otras canciones, no eran el centro; seguían formando parte de ese universo en el que lo que prima es el enamoramiento, la pasión y el romanticismo.
¿Cuáles son los temas centrales de esta nueva realización?
—La introspección, la autoevaluación y la espiritualidad. A veces creemos que lo espiritual se trata de algo un poco elevado o súper complejo, de un estado casi sobre humano; no obstante, lo espiritual es simple, doloroso y a la vez, maravilloso. Con mis nuevas composiciones busco comunicarle a la gente el valor de la soledad y la maravilla del cosmos; cosas muy simples que están presentes en la vida de todas las personas.
¿Qué experiencias te acercaron a tu propia introspección?
—Hace dos años fuimos a la Cumbre Tajín, y ahí la organización nos llevó a ver a los voladores prehispánicos, entonces supe que la música en México expresa lo que está antes del nacimiento, y lo que viene después de la muerte. Asemeja un poco a la conexión que podríamos tener con ese vacío en la existencia que no conocemos. Eso me hizo mucho eco, porque pensé “la música tiene la capacidad de vincular a las personas con diferentes mensajes, través de la armonía y la letra. Tengo una gran responsabilidad de crear esa conexión y de no abandonarla".
Retomando eso que dices, ¿de qué hablas en la canción homónima de tu quinto álbum?
—Un día me paré a la orilla de un lago y vi cómo las estrellas se reflejaban sobre su superficie; era como si el cosmos estuviera mirándose a sí mismo a través de un espejo natural. Esa reflexión me llevó a preguntarme “¿por qué los seres humanos, nos cuesta tanto mirarnos a nosotros mismos?”
Finalmente, sabemos que no solamente estás implicada como compositora en cada uno de tus discos, ¿cuál fue tu experiencia como productora en este nuevo proyecto?
—Los estudios musicales son espacios masculinos. Como productora hace mucho tiempo que me percaté de ello y que me di cuenta de que daban por hecho —los medios de comunicación— que yo solamente cantaba, sin saber que yo también estaba metida en el estudio trabajando y manejando los softwares. Soy nerd y puedo controlar todas las fases de un proceso creativo.
Pero eso no es nada nuevo, por ejemplo, cuando se refieren al trabajo de Björk, mencionan a sus co productores sin considerarla a ella dentro de esa otra parte del proceso. Ciertamente, tiene que ver con la estructura cultural y con la idea de que la mujer sólo puede ser cantante y verse bien en un escenario, dejando la parte más científica a los hombres.
En cuanto a este disco, yo he sido el hilo conductor, de hecho me estuve moviendo entre España y Chile durante todo el proceso, y estoy muy contenta porque siento que agarré más las riendas de la producción y de la dirección creativa con este nuevo material.
bft
