Son poco más de las 20:30 horas en el Centro Histórico. Las típicas farolas amarillas, que a esa hora ya iluminan sus calles, alargan las sombras de los paseantes, quienes  caminan rumbo a los diferentes establecimientos que animan la vida nocturna en sus rincones.

En Hank’s, un bar localizado en Plaza Constitución, varios grupos de amigos treintañeros ordenan el primer trago de la noche, en espera de que comience el espectáculo, pues es miércoles de música y los integrantes de Funky Zon ya se preparan, conectando los cables de sus instrumentos y afinando las cuerdas de sus guitarras y violines, para arrancar con su participación.

En punto de las 21:00 horas, el violín de Miguel Lepardo y las percusiones de Luis Trejo acompañan los rasgueos y la voz de Edson Franco, en la interpretación de canciones como “Fly me to the moon”, de Frank Sinatra; “Can’t get enough of your love baby”, de Barry White y “A lalala long” del músico jamaiquino, Bob Marley.

“El funk está muy olvidado” lamentó Franco, quien en  2004 decidió crear este proyecto en la ciudad, con el objetivo de difundir este género nacido en los años 60, bajo la fusión de soul, jazz, ritmos latinos y R&B.

“Este género no pegó tanto en México, como que la banda se fue más por la onda psicodélica, escuchando a grupos locales como The three souls of my mind o a músicos de la talla de Javier Bátiz”, afirmó el también egresado de la carrera en lenguas modernas por la Universidad Autónoma de Querétaro, quien entre risas recordó que el nombre de su agrupación surgió como una burla y mofa al comentario de un sonero y salsero veracruzano amigo suyo, quien aseguró que sólo los cubanos podían tocar son.

Debido a la naturaleza de este género, el ensamble ha hecho arreglos originales a la música de famosos soneros como Compay Segundo, y creado un groove complejo en el que a veces citan a Los amigos invisibles, Barry White, Bee Gees y Earth, wind & fire.

No obstante, el músico manifestó que debido a la falta de foros donde se pueda dar rienda suelta a esta expresión musical, muchas veces se ven obligados a tener que adaptarse a los espacios comerciales donde suelen tocar, interpretando clásicos de jazz, reggae y rock de diferentes épocas.

“Antes nos daban espacio de tocar en Jardín Guerrero y Plaza de Armas a nosotros y otros músicos locales, para darle difusión a nuestros proyectos. Ahorita prácticamente nos tenemos que esperar a los festivales para poder tocar en las plazas públicas”, dijo el músico, quien además expresó no saber la razón por la que los gestores del Jazz de Verano no los han invitado a participar a ellos y otras bandas que llevan mucho tiempo promoviendo su arte en la ciudad.

“No sé a qué se deba, no se nos presta atención, y no sé en qué consiste o qué requisitos pidan para formar parte de estos festivales. Además se ponen estrictos con los establecimientos y finalmente, pero en realidad la cultura siempre va a tener a la juventud ocupada en otras cosas que no sea la droga o la delincuencia”, puntualizó.

Actualmente Funky Zon cuenta con un disco homónimo, y están próximos a lanzar su primer EP de autor, en el que incluirán composiciones originales de la banda que han sido producidas bajo la dirección de Miguel Lepardo, violinista de la Orquesta Filarmónica de Querétaro.



¡Para vivir una noche musical!

  1. Desde hace cuatro años, Funky Zon se presenta todos los miércoles, a partir de las 21:00 horas, en Hank’s.
  2. Los martes, la banda toca  en Hakuna; mientras que los viernes y sábados llevan su propuesta musical a La Ceiba, ubicado en Plaza Corregidora.
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