La actriz Verónica Carranco confiesa que le tenía miedo a la tecnología, “será que no es de mi generación y estaba bien nerviosa”. Pero ante el cierre temporal de los espacios culturales, medida preventiva ante el Covid-19, encontró en internet una forma de mantener activa su Escuela Multidisciplinaria Profesional de Actuación (EMPA), para continuar la formación de sus alumnos y mantener el trabajo de sus maestros.

La escuela de actuación comparte espacio con El Sótano Teatro, compañía que estaba por estrenar el montaje Los locos de Valencia y decidió bajar su telón, además de suspender las clases, una semana antes del decreto oficial de gobierno municipal, por responsabilidad social con su público y su equipo de actores.

En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, Verónica Carranco, directora de El Sótano y EMPA, habla del proceso y retos que han enfrentado al convertirse en una escuela de actuación en línea.

¿Cómo han vivido esta nueva experiencia?

En nuestro primer día en línea yo estaba bien nerviosa, yo soy torpe para todo lo cibernético, será que no es de mi generación y estaba bien nerviosa, pero empecé y fui descubriendo una posibilidad de comunicación enorme, nos conectamos a la hora con todos los chicos que tenían clase conmigo, y los demás en sus clases correspondientes. Todo el EMPA ha estado trabajando de manera normal, es una locura, no lo imaginaba así.

¿Por qué no habían hecho algo similar con la compañía o la escuela?

No habíamos tenido la necesidad de acercarnos a una plataforma digital para proyectar alguna función, o un control remoto, hacíamos lo normal de transmisión en vivo en Facebook, pero nunca recurrimos a una plataforma que nos permitiera hacer clases en línea, no se nos había ocurrido porque no veíamos la necesidad, y cuando de pronto empiezan a decir que inminentemente va a llegar este virus a México, eso nos obliga a plantearnos cerrar e irnos a la cuarentena, dejar sin ingresos a los profesores, dejar sin clases a los alumnos más de un mes, y eso no era factible, no era posible porque de por sí ya estaba dejando a los actores sin trabajo, que aunque sean tres pesos son seguros, y ahora dejar a los profesores sin trabajo y a los alumnos sin clase, era imposible. Esto acabó de empujarnos, con todos nuestros miedos, a continuar con las clases de actuación en línea, con todo lo que encierra una clase actuación, que no es sólo actuar, es todo lo que hay alrededor para que el alumno o el joven actor se pueda subir al escenario, son clases de danza, barra al piso, entrenamiento corporal, canto.

¿Qué medidas tomaron?

Tuvimos que generar una estrategia académica para que funcionara en la plataforma, generar una nueva estructura de pensamientos y dar la clase con la misma eficiencia, eso te reta como profesor, pero desde nuestras primeras clases en línea fue grata la experiencia, fue grato saber que los estudiantes seguían ahí, que estaban contentos de seguir trabajando, había un regocijo aunque también un desconcierto porque ellos también le están agarrando la onda a esto, porque no es lo mismo hacer algo frente a una cámara y en algunos de los casos toman clase desde su celular, entonces el formato es muy nuevo para todos, pero encontramos un lenguaje de entendimiento para todos y es muy interesante ver a los alumnos trabajando, unos en su sala, otros en su recámara, tantos panoramas para hacer una misma clase en línea. Para las clases de actuación les pedimos un espacio de dos metros, lo más despejado posible, en la clase de corporalidad necesitamos un espacio de tres metros, aunque sea en su comedor, les dijimos.

¿Cuántos maestros son y cuántos alumnos?

Somos 10 maestros, damos corporalidad escénica, barra al piso, canto, entrenamiento vocal y auditivo, clase de acrobacia, maquillaje y peinado teatral, además de esgrima, todas las clases se dan en línea. Teníamos también la de danza aérea y técnica de contacto, pero son las únicas dos — por la naturaleza del entrenamiento— que fueron suplidas por otras, porque ahí sí necesitan la supervisión del maestro de manera presencial. Y alumnos en el EMPA son 35.

Si están trabajando bien y hay interés de otras personas por sus clases en línea, ¿considerarías seguir trabajando de manera virtual?

Sí, tengo un par de alumnas interesadas, una trabaja Barcelona y ella me decía recurrentemente: extraño al EMPA. Y creo justamente que esto se asoma como una posibilidad, incluso para mí, porque me han invitado a dar clases en otros lugares y por tiempos no podía, pero creo que ahora sí. Igual y mucha gente se reirá de esto, porque ya utilizaban la plataforma, pero yo no, a partir de que descubro esto sí se va a dar la oportunidad de que yo pueda dar o recibir para mis alumnos clase en este formato a distancia.

Google News

TEMAS RELACIONADOS