Me he estado preguntando ¿cuál es la mejor manera de comenzar a escribir para este domingo 8 de marzo de 2020? Malala Yousafzai, activista paquistaní, me dio la respuesta: “Debemos decirles a nuestras jóvenes que sus voces son importantes” y sí, somos importantes por el simple hecho de existir.

Hoy escribe Ayari Velázquez, escritora afortunada de que el día de hoy sea domingo, mi día en EL UNIVERSAL Querétaro, hoy escribo sobre nosotras como seres humanos.

Hoy salimos a marchar unidas, a partir de hoy las diferencias entre nosotras no existen, hoy somos una voz, no caben expresiones tales como: “¿Tú por qué marchas, conoces a María Elena? ¿Conocías a Ingrid, a Fátima, Abril, a los jóvenes estudiantes de Puebla, a la bióloga Nora López, a…?” No necesitamos conocerlos para entender el dolor por el que estamos pasando como seres humanos, no necesito un partido político que nos represente, está claro que NINGUNO lo hace, solo necesito empatía, necesito HOY hacer la diferencia, hoy salir por las que ya no tienen voz o por aquellas que tienen miedo y no pudieron salir a las calles. Mañana desaparezco porque sé que va a tener trascendencia, porque mi acción de hoy, repercute en el futuro. Mis acciones proveerán un mejor futuro.

Hoy quiero citar a mujeres periodistas que mediante palabras unifican el pensamiento que muchas escritoras, queremos transmitir: “No es raro que desde siempre se nos machaque exclusivamente a las mujeres aquel sermón de la diferencia entre libertad y libertinaje, sin excepción somos culpables de todo: de usar falda corta, de llevar la boca roja, de provocar a los hombres (que no pueden tener un autocontrol), de pensar, de decidir, de existir” Leí en la columna de Sofía Orozco. Tuve una sensación entre consuelo y enojo, la primera fue por saber que no fui la única que le dieron ese sermón y la segunda fue por saber que comparto dicho sermón con otras mujeres: siéntate bien, cierra las piernas, no te maquilles tanto, no uses color rojo, el rojo es para prostitutas; no salgas en la noche. ¿Qué van a pensar los vecinos? Pues que andas de buscona, ¿por qué tienes tantos amigos varones? te van a tachar de zorra; no te vistas así, solo vas a provocar a que te griten, te toquen, te miren y si sales así tú tienes la culpa; dale de almorzar a tus primos, los hombres siempre comen primero, hay que servirles, ¿por qué no eliges estudiar otra cosa? Eres muy bonita para una carrera de hombres, las mujeres son de su hogar y de su marido, ¿estás en tus días, verdad? Andas insoportable… Sermones y frases de lo que debemos ser y no ser, de lo que es correcto para nosotras, de lo que no se ve bien para una mujer. Sermones que han pasado de generación en generación y que HOY se acaban, HOY rompemos con eso.

Hace poco vi un video en el que un profesor insinúa que es justificable que de vez en cuando se le vaya la mano con alguna señorita, porque pues él es hombre y tiene instintos y nosotras debemos entender. Lo que entiendo es que la evolución no es propia del ser humano, muchos siguen justificando sus faltas por el uso inútil de su cerebro reptil.

HOY NO será el día que escuchemos que el peor enemigo de una mujer es otra mujer. Esa teoría se acaba aquí. “La ceguera nos separa de las cosas que nos rodea, pero la sordera nos separa de las personas” dijo Hellen Keller, ella como activista sordo ciega entendía que escuchar a los demás, empatizar, sentir junto a los demás, relacionarse como iguales es el único modo de construir cualquier cosa y hacer que crezca. A partir de hoy nos escuchamos, nos vemos, nos unimos, nos sonreímos en la calle, hoy nos tomamos de la mano.

Otra mujer periodista cita a Carmen Aristegui: “El 9 de marzo, no cuenten conmigo” y en su columna continúa: “No iré a radio, ni debatiré en televisión, ni daré clases, ni compraré, ni escribiré. Mi ausencia será mi presencia. Le recordaré a mi hija que la vida es una cuerda floja y ella fue educada para ser una gran trapecista. Le recalcaré a mis hijos que su masculinidad debe estar definida por como tratan a toda mujer en todo momento”. Debemos cambiar las formas en las que hemos sido educados, es nuestra responsabilidad mejorar nuestro presente, el trato a hombres y mujeres con dignidad y respeto, basta de excusarnos con el pasado, con el pasado que nos maltrató, que nos ultrajó, que nos hizo menos, que nos rompió. El crecimiento y la consciencia no vienen con lo que nos pasa, sino lo que hacemos con lo que nos pasa.

Mujeres y hombres, no romanticemos el maltrato: “Esa es su manera de querer, tuvo una infancia difícil por eso es así, mejor estar con él/ella que estar sol@, si te pega es porque te quiere, si te cela es porque te ama, si no te dejo salir es porque me preocupa que te pueda pasar algo, yo me hago cargo de las cuentas de la casa, tú ocúpate de mantenerla limpia, etc”. Violencia es cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica, como abandono, descuido reiterado, celopatía, humillaciones, comparaciones destructivas. Violencia es el uso de la fuerza física para provocar daño, no accidental, tales como empujones, bofetadas, asfixia, golpe a puño cerrado. Violencia es toda acción u omisión que afecta la supervivencia económica de otro ser humano, como puede ser el control de ingresos económicos. Violencia es cualquier acto que degrada o daña el cuerpo y /o la sexualidad de otro ser humano y que por tanto atenta contra su libertad, dignidad e integridad física. Es violencia la transformación, sustracción, destrucción, retención de objetos personales, para beneficios de terceros sin el consentimiento de la víctima. “Mujeres no somos el centro de rehabilitación de hombres que han sido criados erróneamente. No es nuestro trabajo ‘arreglarlos’, cambiarlos o criarlos. Queremos alguien para compartir un plan de vida, no un proyecto de labor social”, Julia Roberts.

Lo anterior nos lleva a la conclusión, no solo como mexicanos, sino por sentido común, que la violencia de género no se soluciona con un decálogo, no se soluciona ignorando el problema, los métodos que se han empleado para “combatir” la violencia no han dado resultado. Tenemos que renovarnos y el solo deseo de que todo mejore no es suficiente.

Es fácil percibir en los medios de entretenimiento que una mujer precisamente es vista con esa finalidad: entretener. Cuando veo a las chicas que juegan futbol americano con ropa que no podría protegerlas de lesiones, dado el impacto del deporte, te das cuenta que su uniforme está hecho para “entretener”. Cuando vas a un partido de futbol y en el medio tiempo desfilan edecanes con ropa que claramente es para “entretener”, resulta denigrante para una mujer. ¿No podemos utilizar un uniforme deportivo adecuado? ¿No podemos dejar de utilizar prendas ajustadas para llamar la atención del cliente? Basta de usarnos como objetos, no somos propaganda.

El 9 de Marzo, un día sin nosotras, es NUESTRA decisión no salir, no estar, no es porque “nos den chance”, “nos den permiso”, “nos autoricen sin consecuencias”, “nos excusen ese día”, “saldremos solo si nos comprometemos a trabajar el doble”. NO SOMOS PERTENENCIA DE NADIE, somos capaces de tomar decisiones, no necesitamos el permiso de nadie. Este movimiento no está hecho para perjudicar, no nos representa la política de nuestro país, es claro que no le interesamos.

HOY nos hemos unido porque la empatía, el dolor, la esperanza, la fuerza, el hartazgo, la impotencia, el amor, la pérdida, son nuestra bandera. A partir de HOY somos una. NI UNA MÁS.

Hasta HOY, como escribe Emily Dickinson, hemos ignorado nuestra verdadera estatura, HOY nos ponemos de pie.

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