“Mi mamá, mi papá, mis abuelos, mis bisabuelos están muy contentos, porque ya sé escribir la lengua que me dejaron”, dijo Dorotea Soriano Fernández, al presentar su proyecto dedicado a enseñarle a sus hijos, familiares y amigos, la forma correcta de escribir y pronunciar los números en hñäñho, por medio de herramientas como Facebook y WhatsApp.

En la clausura del Diplomado en Cultura y Gramática de la Lengua Hñäñho, que impartieron los especialistas Ewald Hekking y Aurelio Núñez, Dorotea habló de la importancia de revitalizar la lengua desde el núcleo familiar, porque es desde el mismo hogar donde también se ha perdido la transmisión del hñäñho.

“El objetivo es rescatar y enseñarle a mis hijos, a mis familiares y amigos el conteo oral y escrito en hñäñho, para que no desaparezca, todo tiene que estar en mis manos, tiene que ser desde mi familia, porque también se ha perdido la lengua desde la familia y creo que el trabajo más importante es de las mamás, que son quienes estamos más tiempo con los hijos, y también de los papás deben de ser una buena ayuda”, agregó Dorotea.

Los participantes del diplomado presentaron desde estudios específicos en lingüística, documentación de plantas medicinales, proyectos para la revitalización de la lengua, además de creaciones artísticas, como un montaje teatral y un cortometraje.

Víctor Hugo Hidalgo y Ana Karen Ortiz presentaron el Libro de la peña, que es la segunda parte de un proyecto multidisciplinario titulado Las tres hojas, que incluye el trabajo con artes visuales, teatro de títeres, máscaras, danza y música.

El primer montaje de Las tres hojas se llama Mundo hñäñho y fue creado con el objetivo de visibilizar la cultura otomí. “Nosotros partimos desde el hecho de que hay muchas personas que ni siquiera conocen que existe una cultura que se llama hñäñho, aquí en Querétaro”, explicó Víctor Hugo.

Su segunda obra es El libro de la peña, historia acerca de las memorias de la abuela otomí, que muere junto con la naturaleza en un mundo contaminado y lleno de basura; montaje que tendrá funciones los días 14 y 15 de junio, a las 19:30 horas, en el aula 5 (acceso A, planta baja) del Centro Cultural Gómez Morín.

“El objetivo de la segunda obra es empaparnos un poco y visibilizar el lenguaje, que existe un lenguaje de este mundo étnico y el tercero va a ser una obra hablada totalmente en hñäñho, con titiriteros y actores otomíes”, adelantó Víctor Hugo, del proyecto que saldrá para el próximo año.

El pintor Eduardo Ruiz unió en un solo cuento los relatos “El universo de los ñäñhos” y “El origen del hombre, del fuego y del color del cielo”, que se congregan en Cosmovisión Otomí, libro ilustrado también por Eduardo, quien ahora tiene como proyecto llevar el relato a un cortometraje.

“El objetivo es hacer una adaptación de estos relatos para hacer un cortometraje sobre la cosmovisión hñäñho”, platicó el pintor.

Entre los participantes al diplomado destacó la participación de la maestra Mikaela Guzmán, quien cada semana viajaba de la Ciudad de México para estar presente en clase y su trabajo final se tituló “Alineamientos y roles semánticos en hñäñho”.

Aurelio Núñez, en la presentación de estos proyectos finales, le dijo a sus alumnos que este diplomado apenas es el principio, que es necesario seguir estudiando y apoyando, porque “se necesita un ejército de personas para revitalizar la lengua otomí”.

Por otra parte, el lingüista Ewald Hekking detalló que, durante diplomado, los estudiantes aprendieron que el hñäñho es una lengua tonal, como el chino; que los ñäñhos tienen cuatro formas para decir nosotros, que los los ñäñhos son la cultura de la luna y que su lengua es metafórica y poética en la que se puede expresar cualquier concepto.

En agosto se abrirá un nuevo Diplomado en Cultura y Gramática de la Lengua Hñäñho, para continuar con esta labor de promoción y revitalización de la lengua otomí.

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