Desde hace más de cinco años, Carmen Espino le da vida y sabor a un pequeño comedor  de platillos vegetarianos y veganos. Alcatraz es el nombre de este local ubicado en avenida Universidad, casi esquina con la calle Guerrero.

La mayoría de sus clientes son jóvenes interesados en un nuevo estilo de vida, aunque hay papás que acuden con sus hijos para probar platillos más saludables. También tienen visitas internacionales, que a través de Internet ubican el lugar como una de las recomendaciones imperdibles en Querétaro, de comida vegetaría y vegana.

“Hay gente que llega de fuera, porque ya vienen por recomendación. Y tenemos clientes que provienen de otros países, nos visitan unos jóvenes de Puerto Rico y República Dominicana, ellos nos encontraron en una página en Internet, en donde está agregado Alcatraz Vegetariano, y para mí es muy satisfactorio que personas de otras nacionalidades nos visiten. También vienen de León, Guadalajara y Ciudad de México”, platica Carmen.

Comida sana y deliciosa
Comida sana y deliciosa

Todos los días se sirve un menú diferente, que incluye cuatro tiempos, la entrada es de frutas de temporada o ensalada,  con insumos también del día; sopa, plato fuerte y postre complementan el servicio. Se sirve agua fresca, y todo está pensando en que sea una combinación saludable y satisfecha. El platillo estrella son los crujientes tacos de flor de jamaica, que es guisada a la mexicana, pero también es muy famoso su pozole de setas.

Carmen dice que la comida vegetaría y vegana, más que una moda, es una forma de regresar a las raíces. En el caso de México, desde la época prehispánica  los platillos se preparaban con plantas y flores de temporada. Y en su cocina, constantemente está innovando para mezclar lo tradicional.

Entre sus creaciones destacan unos tamales  veganos,  al estilo de las corundas michoacanas, preparados con masa de maíz rellenos de espinaca, envuelta en una hoja de acelga, y acompañados con una salsa ligeramente picosa.

El nopal azteca es asado, con pimientos y cebolla salteados, además de chorizo de soya que también se prepara en Alcatraz.

“Nuestra cocina es auténtica mexicana, aunque sea vegetariana y vegana, ese es nuestro concepto, retomar las raíces y todas  nuestras recetas son de la casa,  seguido estoy innovando muchas preparaciones, pensando en mis clientes que no comen carne y tampoco cosas tan picosas”, explica.

El pan que también sirven se hace en Alcatraz, sin conservadores y libre de gluten; los aderezos y vinagretas  igual son preparaciones de la casa.

Comida sana y deliciosa
Comida sana y deliciosa

El secreto para todos los platillos, sin dudar lo revela Carmen: es mucho amor.  “Toda la vida  me he dedicado a la cocina, desde mi abuela, mi madre y tengo una hija que estudió gastronomía, por ella es que empezamos este negocio de comida, venimos de Acámbaro, Guanajuato.  Para mí el ingrediente secreto es el amor y preparar la comida con el corazón, eso lo heredé de ella, de mi mamá. Y siempre estoy muy al pendiente de mi clientela, no los veo como clientes, sino como una familia, porque en realidad Alcatraz es una familia”.

La cocina de Carmen está abierta de lunes a viernes, de la una hasta las cuatro de la tarde, y  si hay comensales, se puede extender un poquito más. Pero sus seguidores ya saben en qué horario pueden visitar este lugar.

También tienen la opción de comida para llevar, pero desde hace un año se unieron a la campaña en favor del planeta y no sirven en plásticos, ni en unicel, tampoco usan popotes. Así que todos sus clientes ya están prevenidos y saben que tienen que llevar sus propios recipientes para poder llevarse la comida a su casa o la oficina. Esta decisión le costó que varios comensales se ausentarán, pero su convicción por el cuidado del medio ambiente fue más fuerte.

Son cinco años y medio los que tiene de vida Alcatraz, y aunque hay temporadas bajas, el amor por la cocina y su gusto por compartir sus creaciones con la gente, es lo que mantiene viva a esta pequeña cocina económica.

arq

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