Diego Ugalde trabaja en El Viaje de Santiago, proyecto de teatro de títeres de guante en lengua hñäñho que se realiza con la beca del programa de Creadores Escénicos del FONCA, pero se dio tiempo para compartir su enamoramiento por los títeres y la historia de su Compañía Banyan de Marionetas, en una charla desde el perfil de Títeres Resistiendo al Coronavirus.

Su acercamiento con el teatro de títeres fue en el año 2003, de manera autodidacta. En el 2006 Diego se fue a estudiar en París, Francia, el Diplomado de Actor Titiritero en el Théâtre aux Mains Nues. Al terminar se dio cuenta que su camino era buscar a los maestros de las tradiciones, y llegó como aprendiz a Atenas, Turquía, Siria, Egipto, Irán, India, Birmania y Tailandia.

Luego de cuatro años de viajar y aprender, volvió a Querétaro, en donde empezó a montar nuevos espectáculos, principalmente de títeres de sombra. Y en medio de una escena teatral que constantemente busca la experimentación con nueva tecnología, Diego dice que regresar a lo tradicional es lo más innovador y contemporáneo.

“Para la compañía Banyan tomar esas técnicas, usarlas en México para contar nuevas historias, no hay nada más contemporáneo, aunque lo hagamos con velitas, aunque parezca que estamos regresando a la Edad Media, estamos innovando, porque innovar es tejer puentes, cruzar los océanos, y los maestros de estas tradiciones están ávidos por enseñar, porque tampoco creamos que en Turquía, China, Indonesia y la India, estas tradiciones viven su mejor estado de salud, ahí también ha pegado la modernidad, la cultura digital visual ha destruido mucho del lenguaje tradicional y ha cambiado el público y los titiriteros se adaptan como pueden”, compartió.

Como Compañía Banyan de marionetas y como titiritero, Diego tiene como tarea pendiente transmitir en México lo que ha aprendido de las técnicas tradicionales. Aunque ya lo había intentado.

“No es imposible que traigamos esas técnicas ancestrales a México, y ya las hemos traído, una de las tareas pendientes como compañía es transmitirlas, es verdad que no hemos encontrado gente interesada en técnicas antiguas, el primer taller que di un poco me alejó de eso”.

Pero hay mucho que compartir y por ello su interés de insistir en dar a conocer la forma de tratar la piel, colorearla y crear los personajes.

“Estamos completamente abiertos a transmitir desde cómo tratar la piel para lograr su trasparencia, cómo cortarla, hasta que nos pongamos juntos a estudiar los colorantes de la tierra mexicana y aplicarlos a los títeres, compartir formas de manipular, los sistemas y abierto a dialogar para mezclar, hay mucho que ganar al hacer este puente, y yo me confieso enamorado de la tradición del teatro de sombras”, afirmó.

Como parte de su proyecto del FONCA, a Diego le gustaría proponer como retribución social un taller para compartir con 10 aprendices todos sus conocimientos de técnicas tradicionales. Pero, por los obstáculos que ha impuesto la pandemia del Covid-19, que ha traído consigo la cancelación de funciones y talleres, considera que tendrá que esperar algunos meses más para detallar esta actividad.

La Compañía Banyan ha montado los espectáculos Kaplan, El violín Mágico que los llevó a conocer la historia del huapango, Kathputli, El árbol de la vida y Nos volvimos búfalos.

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