Portales que se abren a otras dimensiones, sensaciones de paranoia, alucinaciones, locura, sueños, imaginación natural e ilimitada, momentos que llevan a “hacer contacto con cosas, entidades y seres que son tú”, son ideas que se aprecian en La sustancia salvaje, exposición coordinada por Salvador Herrera, que se inaugura este 8 de noviembre a las 19:00 horas, en Pazall Galería.

Alexandra Castellanos, Ana C. Ávila, Andrea Mondragón, Ezequiel Frías (Cheke), Delossantos, Diego Goeury, Gerardo Ruiz, Guadalupe Carlota, Güerogüero, Jessica Hannah, Lizz Dot, Luis David Morán, Mareano, Nikko Rikko, Rafael Ontiveros (Aper), Pixie Ocampo, Salvador Herrera, Sandra Medina, Tania Quezada y Zulaika Musa, son los artistas convocados.

Arte y locura en La sustancia salvaje
Arte y locura en La sustancia salvaje

Salvador, después de una estancia por Londres, regresó a México y eligió Querétaro para radicar; su obra tiene como línea de trabajo la psicodelia, los estados alterados de conciencia, “la imaginación como un músculo o como un ser”. Y al conocer la obra de los creativos que radican en Querétaro se dio cuenta que varios pintan sobre esa misma línea, así fue como empezó a invitar y organizar La sustancia salvaje.

“Cuando llegué a Querétaro me topé con la exposición de Gerardo Esquivel, la cual me movió muchísimo, esperaba conocerlo y justo leí en una entrevista de EL UNIVERSAL, que él decía: Querétaro no quiere a sus artistas. Pero no los quiere porque tampoco ellos se han dedicado a organizarse para decir lo que quieren y hacia dónde van, y siento que el tener el contacto con estos artistas underground, que su trabajo va en torno a la psicodelia o estados alterados de conciencia, vale la pena, y vale la pena organizarnos y hacer que esto se vuelva un movimiento, porque hay mucho en Querétaro del pensamiento onírico, el pensamiento mágico está latente, hay demasiados artistas aquí que sus paisajes van entorno a seres fantásticos o criaturas, símbolos y mitos”, platica Salvador.

Arte y locura en La sustancia salvaje
Arte y locura en La sustancia salvaje

Para el experto en estados alterados de conciencia, La sustancia salvaje es un encuentro de exploradores, en una exposición colectiva en donde cada integrante, desde su propia visión o canal, manifiesta a través del arte qué es para ellos la sustancia salvaje.

Y para la muestra ha tomado como guía un texto de Oliver Sacks: “Vemos con los ojos, pero también vemos con el cerebro. Y ver con el cerebro a menudo se llama imaginación. Pero también hay alucinaciones, y las alucinaciones son completamente diferentes, no parecen ser de nuestra creación, no parecen estar bajo nuestro control. Parecen venir del exterior e imitan la percepción”.

La imaginación es parte del proceso creativo. ¿Y quién tiene y goza más su poder de imaginación? Los niños, pero los adultos que los rodean comienzan a limitarlos.

“Como humanidad dejamos de darle importancia a la imaginación, y la imaginación nos va a permitir paisajes nuevos, soluciones, nuevos paradigmas. A los niños les vamos dando forma a para que dejen de ser espontáneos y se tenga que adecuar a un estándar de comportamiento, para ser un humano funcional, y creo que muchos de los artistas batallan un poco por ser funcionales en esta sociedad, y de pronto necesitan crear estos mundos y no hay gente que los esté volteando a ver, a mí me pasó eso, hace 10 años levanté el estandarte de las experiencias psicodélicas y al principio fui discriminado, me decían: a ese tipo ya se le frió el cerebro, es un frito, o hace eso porque se drogó, y no, cuando sueñas puede pasar esto, cuando meditas, no tiene que ver con un químico, la realidad es una alucinación en sí misma y cada quien vive su realidad”, asegura.

Arte y locura en La sustancia salvaje
Arte y locura en La sustancia salvaje

Y mientras Salvador coordinaba las invitaciones para la exposición, se dio cuenta que había sólo hombres en la lista. Ante la pregunta ¿y dónde están las mujeres que pintan?, comenzó a buscar, y en su investigación encontró a Pixie Ocampo, quien participa en la exposición con una obra llamaba “Diálogos”.

“Siento que a las mujeres aún nos cuesta pedir nuestro espacio y no debería, debería surgir porque estamos haciendo las cosas bien, por eso agradezco que se consideró el pensar en nosotras. Yo participó con ‘Diálogos’, es la obra de una chica que está sentada y está reflejándose su rostro; se llama así porque es un diálogo con ella misma, normalmente cuando trabajo me dejo ir demasiado y pintar es como diálogo que yo tengo con la pintura misma, pero cuando estaba realizando esa pieza me di cuenta que la chica también está teniendo un diálogo consigo misma, entonces fue como si me hubiera ido dos veces para adentro de la pintura; esa pérdida de sentido cuando estás creando, al menos me pasa a mí, es la psicodelia, perderme en ese momento, a veces hasta da miedo, por ejemplo, hay veces que he dejado de respirar y se siente raro, es como realmente perderse, entrar como en trance, y es muy interesante”, explica Pixie e invita a conocer su obra y el trabajo de los artistas reunidos en La sustancia salvaje.

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