Un sinfín de colores se hacen presentes dentro de uno de los establecimientos más emblemáticos del municipio de Querétaro: La Biznaga, un sitio conocido por ofrecer deliciosas bebidas con nombres de plantas y permitir a los comensales expresarse en las paredes del lugar.

Adornado a modo churrigueresco con elementos clásicos de la cultura mexicana como vasijas, figuras de papel maché y de barro pintado, este lugar nos abrió sus puertas y compartió con EL UNIVERSAL Querétaro detalles de sus inicios.

Con la inquietud de crear un espacio en el que Edgar Marques —artista visual y músico— tuviera un escaparate para su obra y pudiera asegurar un ingreso, él y su hermana Laura fundaron este peculiar establecimiento en 2001.

Desde su apertura, una casa antigua en el corazón de la ciudad ha sido testigo de invariables historias que se han suscitado a lo largo de los cuatro espacios en los que está dividido el restaurante, además de su distintivo tapanco.

“Las paredes guardan muchas historias, hay muchas palabras que dicen tanto, depende del lugar donde te quede sentarte encontrarás muchas cosas, pero para mí representa más que nada una trama, un tejido de líneas que componen la decoración, eso de rayar palabras y frases no lo vamos a frenar. Esas frases ya son texturas, es interesante porque se combina con la antigüedad de la casa y del edificio, siempre me han dicho que en ellas encuentras un viaje diferente”, comentó Edgar.

Los primeros espacios se distinguen por tener una leve oscuridad, y a pesar de ésta, conserva su esencia con frases de amor, motivación y corazones, que en algún momento fueron parte de una historia.

Si caminas un poco más, te encontrarás con un patio muy iluminado, cactáceas, artesanías que han sido regalos de amigos de Ed, que hacen sinergia con un mural de colores vivos.

Para Saúl, quien ha acompañado a Edgar en esta travesía, lo más importante es que la gente pase un rato agradable y pague lo justo por lo que se ofrece: “nosotros queremos que la gente se sienta como en casa, que nuestro menú tenga un costo justo. No hay necesidad de que tengas que ganar el triple, es raro pero solo queremos que nos dé para vivir”, dijo.

En cuanto a los platillos y bebidas, la carta es extensa y siempre se trata de innovar y de mantener un estilo natural. “Los helados los hacemos aquí, también los yogurts; tratamos que sea lo más natural posible”, aseguró, Saúl, quien creó una de las bebidas más famosas del lugar, llamada Zauliña.

En cuanto al entretenimiento, el sitio cuenta con juegos de mesa como ajedrez o damas chinas y también destaca por la música en vivo los martes, que genera un ambiente sano, divertido y cultural.

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