corralmarco@yahoo.com
Celebrar 38 ediciones en casi 20 años no es fácil, sobre todo en una región donde la moda no es precisamente lo prioritario; sin embargo, São Paulo Fashion Week (SPFW) se ha posicionado como la mayor plataforma de divulgación de moda, diseño y creatividad del hemisferio sur, y una de las más extensas del mundo, junto a las de París, Milán y Nueva York. ¿La prueba? Ha sido transmitida por televisión e Internet a más de un billón de espectadores en 100 países.
Como en otras capitales latinoamericanas, la industria de la moda brasileña enfrenta diversos problemas: fuertes cargas tributarias, importaciones ilegales provenientes de Asia y la creciente propensión de los consumidores a comprar en el extranjero; sin embargo, esto no ha mermado el ánimo de los organizadores y diseñadores participantes, quienes continúan presentando con mucha anticipación sus colecciones dos veces al año. La edición Otoño/Invierno 2015-16 de SPFW se caracterizó por ofrecer diversos discursos. A continuación, la primera entrega de lo más destacado de este acontecimiento.
ANIMALE
SPFW arrancó con la presentación de esta marca, ahora bajo el mando de Vitorino Campos, una de las nuevas promesas del diseño brasileño. En esta ocasión, Campos mostró una colección de factura internacional conformada por elegantes prendas básicas fáciles de llevar y confeccionadas con ricos materiales, entre las que destacó la camisola blanca oversized, la cual se combinó con pantalones de cintura alta y faldas tubulares. Asimismo, el diseñador propuso amplios suéteres, jumpsuits y coordinados de vestidos con abrigos en el mismo material.
CAVALERA
Una de las marcas más populares en Brasil siempre se esfuerza por mostrar nuevos puntos de vista en su línea jeanswear. En esta ocasión nos transportó a los estados rurales de esta nación, pero a través de la óptica de un cuento infantil y naïf. Los hombres se presentaron vestidos con overoles de mezclilla oscura, chaquetas deportivas, abrigos con estampados abstractos y conjuntos de sacos patchwork con pantalones pitillo. Las mujeres, por su parte, mostraron granny dresses con gráficos de influjo grunge, en contraste con sets de abrigos y faldas de piel.
PEDRO LOURENÇO
El fenómeno de este novel diseñador no tiene precedentes. ¿Qué lo hace tan singular? Su atrevida mezcla de estampados y novedosas proporciones en una sola figura. Bajo el concepto
Technocouture, Lourenço sugiere prendas cuyo hilo conductor fue la desestructura, el rompimiento y el caos. Gabardinas en piel de pitón con efectos color block, faldas tulipán de cintura alta con amplitud en la cadera y cinturas reducidas mediante el empleo de cinturones asimétricos de gamuza fueron sus aportaciones más destacadas.
REINALDO LOURENÇO
Es uno de los diseñadores más emblemáticos de Brasil, y sus propuestas siempre se han caracterizado por ser vanguardistas y detalladas En esta ocasión, retomó los iconos de la arquitectura y el arte renacentistas de Florencia, confeccionando con ellos un nuevo discurso estilístico: vestidos de piel con mangas desmontables, recuperó los emblemáticos estampados Liberty para montarlos sobre vestidos con una elevada carga sexual. Los abrigos, sacos y pantalones se estamparon con motivos hiperrealistas de mármol de Carrara.
TUFI DUEK
Con la presencia de la top model Isabeli Fontana, quien desfiló en exclusiva para esta marca, se presentó una colección con claras referencias a la figura de la dominatrix chic, haciendo uso del cuero en varios formatos, así como de lentejuelas, tejidos con hilos metálicos y encaje. Las siluetas fueron ceñidas al cuerpo en algunos vestidos y faldas de diversos largos, cerrando la pasarela con un grupo de vestidos nocturnos enriquecidos con efectos de alta luminosidad, que se logró gracias a los cristales, la yuxtaposición de escamas metalizadas y el uso de diversas lanas iridiscentes.
VICTOR DZENK
El universo ecuestre y la vida en el campo fueron los puntos de partida fundamentales para la propuesta de este creador, quien viste a una amazona moderna, urbana y sofisticada con seda, chiffon encerado, lana y jacquard en forma de ponchos, capas, abrigos, Kimonos y gabanes que se presentaron sobre vestidos y faldas plisadas, todo con un ligero aire de los años 70. Destacó, también, el uso de estampados solares, con pelaje de caballo y rayas difuminadas, así como detalles de flecos emulando las crines.
