aduranmx@yahoo.com.mx

Gracias a las costumbres de Michoacán y Oaxaca la chef Cynthia Martínez disfrutó en su niñez, llega a la creación de una serie de platillos que en sus nombres guardan la metáfora de la muerte, así como las tradiciones, sabores e ingredientes de estas dos grandes cocinas.

“En Michoacán como en Oaxaca, el Día de Muertos es una festividad muy importante. Para ambos estados existe la creencia que las almas regresan en forma de mariposa. Esta versión nace porque a finales de octubre se dejan ver una gran cantidad de estos insectos volando por la meseta Purépecha.

“Esto me dio pauta para preparar una serie de platillos, donde cada uno de sus nombres fuera una metáfora de la muerte que ríe, juega, llora y se presenta llena de misticismo. La misma que nos lleva a un mundo de sabores, ingredientes y colores fuertes, pero también de olores; donde se percibe la alquimia que cada pueblo imprime”, expresa la propietaria del restaurante San Miguelito, en Morelia.

En honor a la muerte

Ya expiró, es el nombre de uno de los platillos que conforman el original menú de la creativa cocinera Cynthia.

“Es una crema elaborada de uchepos, una especialidad emblemática de la cocina michoacana y que no puede faltar en la ofrenda del Día de Muertos. Este plato se adorna con caritas elaboradas de chocolate amargo, un sabor que para muchos representa la muerte y lo que nos espera en el más allá”, expresa.

Para la cocinera michoacana cada platillo es un juego de palabras, que envuelve el proceso del fallecimiento.

Otra especialidad es el titulado 'el incinerado', elabora con filete de salmón bañado con una salsa de chile pasilla oaxaqueño tatemado. El sabor de esta guiso evoca a las cenizas, al humo de esa magia que envuelve el misterio del más allá.

La carta de esta muestra también la integra '21 gramos el peso del alma', dulce de camote, ingrediente importante de la temporada y presentado con una tortilla quemada; para allá vamos, retomado de un dicho mexicano es preparado con queso gouda y ate de guayaba, diseñado en forma de tumba”, describe la chef, quien presenta por varios días este festival en el restaurante Los Danzantes.

Pero la muerte no termina ahí, asegura la chef, aún hay un camino que tiene que recorrer el alma, por ello, Cynthia crea el platillo “Mariposas de ate y queso”.

“Este plato es espolvoreado con jamaica. Es un postre ligero, como el vuelo de una mariposa, como esas almas en forma de insectos blancos, que llegan en esta temporada a visitar a sus seres queridos y a disfrutar de todo este festín de sabores", puntualiza la también promotora de la cocina mexicana.

Google News