Hace 100 años nació en Bernal, hoy reconocido como Pueblo Mágico de Ezequiel Montes, Rosalío Solano Quintanar (1914- 2009). Y para celebrar el centenario de su nacimiento, el Instituto de Cultura del Municipio, el Patronato Bernal Pueblo Mágico A.C. y la familia Solano Aupart le rendirán un homenaje este 30 de agosto en el Teatro de la Ciudad, con la develación de una placa conmemorativa y una exposición fotográfica.

Rosalío, “Chalío” como lo llamaban de cariño, emigró a la Ciudad de México desde muy joven, pero siempre regresó a Bernal, la tierra donde nació. Comenzó a trabajar en la carpintería y, a los 17 años, participó como asistente de tramoya en el largometraje Sobre las olas (1932).

Poco a poco se fue involucrando en el trabajo de la fotografía para el cine, hasta que en el largometraje La Adelita (1937) ya formaba parte del equipo de Gabriel Figueroa. En 60 años de carrera fue responsable de la fotografía de más de 180 películas, que le valieron diversos premios como el Ariel y la Diosa de Plata, entre otros reconocimientos que actualmente se exhiben en el Museo del Cine Rosalío Solano, ubicado en el centro del Pueblo Mágico de Bernal, como fue su deseo.

En la ciudad de Querétaro existe otro espacio cultural que honra la historia de Rosalío Solano, se trata de una sala del antiguo Teatro Alameda (hoy Teatro de la Ciudad), que en el año 2000 reabrió con el nombre de Cineteatro Rosalío Solano y es precisamente en este lugar donde se proyectarán, como parte de la celebración del natalicio del cinefotógrafo, las cintas Su Excelencia y El Padrecito a las 13:00 y 16:00 horas. Y a las 18:00 horas será el homenaje en el Teatro de la Ciudad.

Un hombre sencillo y un enamorado

En entrevista previa con EL UNIVERSAL Querétaro, las hijas del cinefotógrafo, Sofía y Laura Solano Aupart, lo describieron como alguien sencillo, humilde y con una gran sensibilidad, un hombre dedicado al cine, que “hasta en sueños filmaba”, refirió su hija Laura.

Trabajó con creadores como Ross Fisher, Jack Draper, Jorge Stahl, Gabriel Figueroa, Fernando de Fuentes, Matilde Landeta, entre otros grandes cineastas.

Anécdotas sobre toda una vida dedicada al cine hay muchas: fotografió a grandes actores como Pedro Infante (Escuela de Vagabundos); Mario Moreno “Cantinflas” (El padrecito) y María Félix (La bandida).

Y es precisamente con su fotografía en la cinta La Bandida, que María Félix lo llamó “brujo” porque, a decir de la actriz, nadie le había hecho una fotografía de close up tan hermosa como él.

Estas historias que en vida contó Chalío y todo el legado que hoy forma parte del acervo donado por la familia para el Museo del Cine Rosalío Solano sirven como material para un libro, que ya están planeando. Este acervo estará disponible a finales de año para que los investigadores puedan consultarlo, e incluye documentos desde los años 40 hasta la fecha, fotografías de Rosalío Solano, imágenes autografiadas por María Félix, Dolores del Río y artistas americanos.

La publicación del libro la está planeando la familia Solano Aupart en coordinación con el Patronato Bernal Pueblo Mágico A.C, que preside Sara Feregrino, quien conoció al cinefotógrafo cuando estuvo en Bernal filmando Las fuerzas vivas, largometraje de 1975 dirigido por Luis Alcoriza.

Feregrino describió a Rosalío Solano como un enamorado del cine, de la vida, de sus amigos, de su familia. “Un enamorado de su pueblo, él nunca dejo de venir a Bernal, porque siempre fue un queretano muy orgulloso de haber nacido en estas tierras”, detalló.

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