Entre las distintas cantinas que pueden visitarse en las antiguas calles de la ciudad, se encuentra El Mayor, que es impulsada por un grupo de jóvenes interesados en recuperar las viejas prácticas para este tipo de lugares de entretenimiento.

A unos cuantos metros de Plaza de Armas, un edificio colonial luce sobre su fachada la figura de un hombre que recuerda a Pedro Infante en la película A toda máquina; se trata de un tributo a Oton Mata, quien en los años 70 destacó por su labor dentro del cuerpo queretano de policía.

Emmanuel, nieto de Oton, decidió crear una especie de mausoleo para él y bajo el formato de cantina tradicional, reunió no sólo el gusto musical de su antecesor, sino también lo mejor de su época.

Al entrar al recinto, el grito charro desconsolado de José Alfredo Jiménez anima el copeo y se escucha el brindis del primer trago de un grupo de amigos que convive en una de las tantas mesas de madera, que son observados desde la pared por los ojos pétreos de varios íconos del cine y la música mexicana, como José José, Agustín Lara, Cantinflas y Chavela Vargas.

Hasta el fondo, la épica foto de seis mujeres de espaldas, luciendo los discos de Pink Floyd sobre la piel, convive con la divertida escena de Zidane, Pelé y Maradona jugando futbolito; los afiches de The Beatles, Jimi Hendrix, Bob Dylan, Elvis Presley y hasta la figura desaliñada de Einstein, forman parte también de la decoración.

De acuerdo con Adrián Clemente, gerente de la cantina, a través de esta iniciativa buscan volverse un clásico, de tal manera que los jóvenes que asisten hoy como clientes, sean los viejos que se den cita mañana para recordar.

Con el objetivo de hacer frente a la oleada de bares estandarizados, el administrador señala que se rigen bajo los preceptos de la vieja escuela cantinera, en la que los trabajadores no sólo se concentran en acarrear bebidas y platillos, sino también interactúan y se divierten con los clientes.

“El ambiente que nos caracteriza es generado por el mismo personal del lugar, que busca entablar lazos empáticos con quienes nos visitan. Han venido políticos, abogados, obreros, trabajadores de obras públicas, maestros y una infinidad de personas, por lo que la charla ocasional siempre es muy enriquecedora. Aquí vienen, se desahogan, se divierten y se olvidan de todo el estrés de la ciudad. Aquí se recupera la cercanía que se ha perdido con las redes sociales”, aseveró.

Por su ubicación y concepto, Clemente señala que son frecuentes las visitas de foráneos, quienes con el deseo de curarse la sed “de la mala”, pasar el rato, o conocer a los lugareños, entran a tomarse una cerveza.

“Hemos hecho amigos de otros estados y países, como Otaku Anikeido, un japonés que vino a la ciudad a estudiar y que un día, de la nada, cayó en esta cantina. Durante su estancia en Querétaro se la vivió aprendiendo español en nuestra barra —risas—, y antes de partir trajo Sake, una bebida tradicional de su país que nos regaló y se bebió junto a nosotros hasta la última gota”, recordó.

Además de extranjeros, el gerente hace notar que ha aumentado la presencia de mujeres, quienes principalmente asisten para festejar ocasiones especiales.

“Antes las cantinas eran como ‘el club de Toby’, pero con el tiempo el público se ha diversificado y ahora tenemos a buenas clientas, que incluso vienen con otras amigas a celebrar momentos importantes como sus despedidas de soltera y cumpleaños, o simplemente para echar chela con sus parejas”, expresó.

Para brindar por el Mayor
Para brindar por el Mayor

Todos los fines de semana hay música en vivo presidida por artistas locales como Yun Lara y Lalo Corona.

“A través de todos estos años nos hemos mantenido siempre cerca de la tradición y cultura mexicana, apoyando lo local y buscando que no nos coman las influencias de los bares típicos norteamericanos, con el objetivo de no perder nuestras costumbres y seguir teniendo una muy buena fiesta o jarra entre amigos, típico en los mexicanos”, aseguró.

A la oferta de destilados y cervezas, se suma una carta especial de coctelería clásica en la que se enlistan margaritas, piñas coladas, martinis y daiquiris (preparados a base de ron blanco y jugo de limón), entre otros.

En cuanto a botanas, sus especialidades son las gorditas y el caldo de camarón, aunque también sirven otros antojitos como sopes y sopa de tortilla; alitas estilo red hot, costillas a la barbecue, nachos, quesadillas y burritos.

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