En México, cerca de 600 mil personas mueren cada año, de esta cifra casi la mitad a consecuencia de enfermedades crónicas como problemas cardiovasculares y pulmonares, diabetes, VIH o cáncer. Sin embargo, el acceso a los servicios de cuidados paliativos y de medicamentos esenciales para el tratamiento del dolor es muy limitado.

Los cuidados paliativos son aquellos que no buscan directamente la cura de los padecimientos, sino el alivio de los síntomas y el apoyo al paciente y a la familia.

Human Rights Watch, descubrió que, en la actualidad, sólo unas pocas decenas de instituciones públicas de salud en el país ofrecen cuidados paliativos y son aún menos las que prestan el servicio en el domicilio del paciente.

Así lo manifestó la doctora Leticia Ascencio Huertas, psicóloga clínico en el Servicio de Cuidados Paliativos del Instituto Nacional de Cancerología y Docente de la Universidad del Valle de México Campus San Rafael, en donde imparte las materias Intervención Psicológica en Pacientes Terminales, Psicología y Salud, Psicopatología I y II, Supervisión de Casos Clínicos, Terapias Breves, Manejos Grupales de Intervención y, recientemente, Investigación Aplicada a la Psicología I.

“Sólo  tres estados de la República Mexicana (Durango, Guanajuato y Jalisco) y la ciudad de México, disponen de hospitales con unidades de cuidados paliativos y/o clínica del dolor. Es decir, que la mayoría de los pacientes en la práctica no tienen acceso a pesar que son derechohabientes de alguno de los tres organismos de salud que existen en México —Seguro Popular, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE)”, comentó la doctora Ascencio Huertas.

La docente de UVM, Campus San Rafael, quien tiene más de 16 publicaciones en materia de cuidados paliativos en revistas especializadas, comenta que uno de los datos reportados en el artículo de su autoría en la Revista de Psicooncología en el 2013, titulado “Proceso de atención psicológica en el programa de atención y cuidados  de oncología del Instituto Nacional de Servicio de Cuidados Paliativos”, es que durante un periodo de dos años, de febrero del 2011 a marzo del 2013, se realizaron cinco mil 588 procesos de atención psicológica al paciente de fase terminal, así como a su familia.

Asimismo, Leticia Ascencio indicó que urge la implementación de una cultura del cuidado paliativo en México, que permita una mejor calidad de vida para los pacientes con enfermedades crónicas y para sus familias.  Esto incluye el trabajo tanatológico que permita a pacientes y a sus seres queridos llevar mejor la situación presente y prepararse para el futuro.

Lo anterior se debe a que los pacientes que se encuentran en fase terminal dejan o se llevan diversas preocupaciones, una de éstas relacionada con la familia, ya que en México por nuestra cultura y estructura social somos muy afectivos, por lo que es difícil despedirse de nuestros seres queridos.

“Otro tipo de pendientes que dejan, que no  resuelven las personas que fallecen, son las cuestiones legales, no sólo los testamentos y trámites administrativos y  funerarios, sino el considerar la tutoría si hay hijos. En general creo que estos pendientes no se resuelven en la mayoría de los casos debido a que no es fácil hablar de muerte y de las cosas que preocupan de manera abierta”, concluyó la experta de UVM Campus San Rafael.

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