La Filmotec a de la UNAM tiene un método para recuperar películas casi de la nada y no lo tiene otra institución en México.

El método se llama reconstrucción del relato y se complementa con el proceso fotoquímico de una película y la restauración digital. El resultado es una cinta casi completa, lo más cercano posible a la versión original.

El ejemplo más reciente fue El puño de hierro de 1927, tercera y última película de Gabriel García Moreno, que fue realizada en Orizaba, Veracruz.

La película que aborda la historia sobre la adicción a la heroína, es la segunda cinta que la Filmoteca reconstruye en su trama, en colaboración con la Academia Mexicana de Arte y Ciencias Cinematográficas.

“Reconstruir es armar algo de donde ya no hay nada”, aclaró Albino Álvarez, subdirector de rescate y restauración de la Filmoteca de la UNAM.

El puño de hierro abrió este lunes las actividades del XXX Festival Il Cinema Ritrovato que se celebra en Bolonia, Italia, se trata de uno de los certámenes más importantes del mundo en materia de cine recuperado, rescatado y restaurado.

Sobre el proceso de restauración. El puño de hierro llegó a los laboratorios de la Filmoteca en trozos, rollos fragmentados, algunos de ellos irrecuperables.

El especialista aclaró que las imágenes perdidas de este largometraje mexicano ya murieron y no volverán, lo que se hace en estos casos es describir las escenas faltantes. “En el caso de El puño de hierro se perdió el final”, dijo Álvarez.

El primer paso fue ordenar los pedazos de rollos, y se hizo una primera restauración y rescate temático, a cargo de Jaime Ponce y Jorge La Rosa.

La maestra Esperanza Vázquez y el investigador Aurelio de los Reyes rescataron una sinopsis argumental y se hace una segunda versión.

“Lo que hizo es dar una idea de lo que trataba la historia, de qué iba”, manifestó Álvarez.

En un proceso de restauración y reconstrucción de una película participan historiadores, guionistas, editores, químicos y técnicos digitales de Polonia y México. Se trabajó en el proyecto 10 meses y el presupuesto ronda los 80 mil dólares.

“Recuperar esta película (El puño de hierro) fue de las más complicadas, porque partimos de copias, de copias, de copias y luego encima con procesos fotoquímicos”, agregó Albino Álvarez.

La Filmoteca de la UNAM ha hecho unas 25 restauraciones fotoquímicas de largometrajes, pero digitalmente sólo se han restaurado tres películas.

El puño de hierro es la tercera, la primera fue El Tren Fantasma (1926), también de Gabriel García Moreno, mientras que la segunda es el documental El poder de la mirada del fondo Toscano.

En el tintero. La siguiente película silente que será restaurada por la Filmoteca y la AMACC es Tepeyac de José Manuel Ramos, Carlos E. González y Fernando Sáyago.

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