Paty Corral es dentista y actriz y cuando no está sacando muelas está en el escenario, actuando, interpretando papeles que nada tienen que ver con su vida real, como una cabaretera en la puesta en escena Salón Calavera de Alejandro Aura, que dirige Román García, segunda temporada de este montaje y actualmente en cartelera.

Su nombre de pila es Patricia Diana Corral Campuzano y es directora de la tradicional compañía de teatro universitaria Cómicos de la Legua desde diciembre de 2014.

Espera seguir con la tradición de la compañía, poder viajar a las comunidades, “porque es una de las características que tenía el grupo” y presentar un repertorio más variado, “que le guste al espectador y no se queden con lo ya conocido”, indicó en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.

“Nosotros como teatro universitario nosotros tenemos la obligación de hacer un teatro cultural y que tenga crítica y con contenido social y que no salgas nada más como con cualquier obra”, expresó la actriz.

Paty Corral es una mujer alta para el promedio de estatura de las mexicanas, mide 1,70 y con tacones de cabaret puede alcanzar los dos metros. En la obra es la cantante del cabaret y “sí canto de verdad”. Interpreta “Perfume de gardenias” y “Amor de Cabaret”, entre otras.

Asegura ser una mujer felizmente casada desde hace 11 años y no le gusta confundir las cosas, por eso cuando está en el consultorio olvida el personaje. “Todo se queda aquí (en el escenario)” indicó.

Dice que el teatro “es la posibilidad de vivir otras vidas a través de los personajes, de lo que escriben los dramaturgos, para que el actor, sea de escuela o no”.

Asegura que en el escenario no se puede fingir. “No haces como que lloras, o lloras o no, nosotros aprendemos a entregarte al público y tener esa comunicación directa con el público”.

Su debut como actriz fue con el maestro Alejandro Celia en la obra Yerma… el pretexto, en el 2009, basada en Yerma del poeta surrealista Federico García Lorca, montaje que cerró los festejos por los 50 años de la compañía queretana.

La puesta en escena Salón calavera trata “sobre los problemas sindicales que tiene la gente que está en los cabarets en esos tiempos”, aclaró.

Para salir al escenario, Paty Corral viste de amarillo ”pecado”, enseña pierna y tocados de plumas, y cuando se mueve su vestimenta brilla con pequeñas lucecitas. Es complicado imaginarla con bata de dentista, revisando bocas, en su consultorio donde se gana la vida.

Cuando actúa, Paty guarda mucho silencio, se concentra, piensa su personaje. “A mí lo que me sirve es respirar y no pensar, es nada más saber que tengo que hacer las cosas bien, y trabajar un poquito con la voz, y punto”, dijo.

Como Paty, todas las actrices que aparecen en este montaje hacen teatro por el gusto de hacerlo, en otras palabras que no estudiaron para eso y tampoco reciben un sueldo.

En Cómicos de la Legua todos y todas sí hacen realidad aquello de “por amor al arte”, dijo la actriz.

“Cómicos de la legua es un grupo que empezó hace 55 años y esa la mística de la compañía prácticamente, el gusto de llevar al teatro a las comunidades”, expresó la actriz.

En Salón Calavera, y en todas las obras de la compañía, actúan gente de todos los oficios posibles, desde diseñadores gráficos, comunicólogos, abogados, maestros. Ninguno cobra, pero sí tienen que cumplir sus horarios, fechas y tiempos de ensayo. “Los únicos que cobran son los directores de escena, porque viven de eso”, informó Corral.

Poco menos de 200 actores no actores conforman la compañía. “Y como no se vive de esto tienes que darte tu tiempo para actuar y trabajar”, citó.

“Si te gusta hacer algo lo haces, si te gusta nadar o hacer maratones y competir, vas y lo haces, en nosotros es lo mismo, pero en el teatro”, concluyó.

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