Björk se siente afortunada, dijo. A diferencia de lo que hoy vive la industria musical, a ella le tocó una época en la que pudo vivir de su trabajo.

“Ahora estoy más involucrada en hacer experiencias musicales, pero definitivamente tengo esperanzas de que todo se desarrolle hasta llegar al punto en que a los músicos se les pague por lo que hacen. Creo que mi generación tuvo suerte, la mayoría de nosotros tenemos casas”, expresó la cantante islandesa en una reciente teleconferencia con la prensa mexicana.

“Definitivamente lo siento por la generación de jóvenes músicos de hoy en día, porque es complicado hacer música y tener un hogar, comida y solamente se pueden complementar las necesidades básicas. Así es como le pido al mundo y a los escuchas que sean amables y piensen en los músicos que no tienen dinero”.

Por eso le gustaría, comentó, que se utilizara la tecnología para hacer transmisiones en vivo.

“Porque tal vez si combinamos todas las cosas que inventamos, espero que en el futuro cercano tengamos algo que funcione para todos”.

La intérprete reiteró su interés de ofrecer un concepto diferente en cada presentación de las que tendrá en México: esta noche se presenta en el Auditorio Nacional y el 1 de abril en el Festival Ceremonia, en el Centro Dinámico Pegaso, y tal vez para intervenir en la exposición digital que estará en Foto Museo Cuatro Caminos hasta el 7 de mayo.

“Creo que los conciertos del Auditorio serán así, un ambiente muy desnudo en el que el enfoque será disfrutar el sonido en el lugar. La prioridad no serán los visuales. Espero que la gente cierre los ojos y sólo escuche. En el festival será completamente diferente, será una celebración con algunas sorpresas que no voy a mencionar ahora, así que será muy diferente.

“Tenemos la exhibición, los conciertos acústicos en el Auditorio y después un festival en el cual voy a estar con M.I.A., así que estoy emocionada”.

Sobre la exposición, que permanecerá durante 50 días en el país y que ha visitado otros lugares del mundo como Montreal, Tokio, Londres y Sydney, destacó el hecho de que es algo diferente a lo que se acostumbra a ver en un museo y que el concepto está elaborado y pensado a un nivel más conceptual de lo que ella plasma en el plano musical.

“Creo que Biophilia y Vulnicura —sus álbumes— son muy opuestos, pero son iguales de forma en que ya que no es el CD o el concierto. El escenario es una tecnología y con Biophilia eran los iPads y con Vulnicura era el VR, así que en lugar de ir al teatro o ir a un concierto o en lugar de poner un CD o poner un vinil, el escenario está abrazando esta nueva tecnología para convertirse en tu escenario y te seduce y te corteja e intenta poner sentimientos humanos como si fueran emociones”, expresó.

La exhibición que realizó con James Marry, agregó, es que todo sucede en el escenario del iPad y VR. “Explotamos la idea al máximo porque podríamos haber puesto billones de cosas en las paredes o intentar hacer esculturas, pero no lo estamos haciendo”.

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