Sergio Hernández Saucedo dice que no es un “cantinólogo” pero casi.

Este hombre, que reparte su vida entre el periodismo y la edición de sus libros, lleva más de 11 años visitando cantinas.

Han sido miles de horas de investigación en las barras queretanas y escribiendo de ellas, hablando con parroquianos y meseros.

“No siempre es fácil, los cantineros son celosos de sus barras, de sus clientes, de sus espacios”, confesó Hernández en entrevista

El escritor e investigador propone “sacar la cantina de la cantina”; es decir, que sean reconocidas como parte de la cultura popular, como “centros de encuentro” y que no sólo sea un lugar de gozo y retozo para noctámbulos. “Son lugares donde suceden cosas mágicas”, agregó.

Hernández Saucedo presentó sus calendarios de cantinas queretanas y al otro día, el calendario de cantinas tradicionales de San Juan del Río.

Este año, el material presentado es temático y está dedicado al cuerpo y la dualidad.

Sobre este tenor, fueron invitados 12 artistas plásticos y ocho modelos, y juntos crearon obras de body paint con cantinas y bares como imágenes de fondo.

Artistas plásticos como Luis Sánchez. “Pintar en la piel es completamente diferente, hasta cierto punto: simbólico, es muy significativo el poder utilizar a otras personas como lienzo”, relata el pintor en el calendario.

“Muchas personas tienen una idea errónea de la mujer en la cantina, se piensa que no te dejan entrar. Por ello, quise poner la representación de una mujer libre en la cantina”, escribió Lucy Magaña, artista plástico.

“En el tema de la dualidad quise incorporar el concepto de la cantina y su ambiente taurino”, indicó Edgard Ortiz Sens oc.

Hernández Saucedo es autor del libro sobre cantinas en Querétaro y va por la edición 12 de su calendario.

“¿Cantinólogo? No, borracho democrático (risas). Ya en serio, te digo que hago esto porque me gusta, y no me hago rico”, concluyó.

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