André Chiang, propietario de André, restaurante establecido en Singapur, el cual es considerado por la lista San Pellegrino entre los Mejores Restaurantes del Mundo, en el lugar 37, visita nuestro país y queda sorprendido de la gran diversidad de mezclas, combinaciones, colores, texturas y sabores de nuestros productos.
Con estancia en México bajo el patrocinio de Estudio Millesime by American Express, este joven cocinero interrumpe por unos minutos su quehacer culinario, para hablar de su éxito, vida y de lo que para él significa la gastronomía.
Acerca de que su restaurante sea reconocido entre los mejores del mundo, el profesional en artes culinarias, Chiang, señala que “es un impacto positivo, porque no es fácil darse a conocer y salir en portadas de revistas, pero gracias al top de Los 50 Mejores, muchos restaurantes están dándose a conocer”.
El secreto es improvisar
Con respecto al boom que se vive en la gastronomía a nivel mundial, expresa que la gente se está dando cuenta de las posibilidades culinarias de culturas como la escandinava, latina o asiática.
“Para mí es muy bueno que la gente comience a notar esta gran variedad culinaria fuera de lo mainstream (corriente principal), es decir, que se encuentra fuera de la culinaria francesa, japonesa o italiana”, cuenta.
Para André, la cocina siempre fue algo cercano, porque heredó de su mamá, su gusto por la cocina.
De su técnica, Chiang comenta que aunque nació en Asia, creció en Francia, por lo tanto, su cocina es un 80 por ciento de técnica francesa y un 20 por ciento asiática, una combinación única.
La filosofía de Chiang, a nivel personal, es de improvisar. “Lo hago a diario, como si no tuviera una receta, ni platillos, ni menú fijo, lo cambio cada que deseo, e invento con los distintos productos a la mano”, dice.
Además, señala que “la filosofía de mi gastronomía está basada en ocho diferentes elementos: exclusivo, puro, textura, memoria, sabor, sur, tradición y terruño, los cuales trato de reflejar en cada uno de los platillos que elaboró , entonces ese es el único menú o receta que tenemos, es decir un elemento por cada especialidad que ponemos en la mesa del comensal”.
Aunque el célebre cocinero confiesa que nunca ha tenido grandes sueños ni ambiciosas metas en la vida, pudo abrir su reconocido restaurante en el 2010, que en pocos años, pudo posicionar entre los mejores sitios del planeta.
