No es ficción. En el futuro próximo todas las cosas estarán conectadas a Internet y se comunicarán entre sí. Incluso, actualmente, ya existen, por ejemplo, aplicaciones para smartphone capaces de mostrar en tiempo real (gracias a la instalación de un gran número de sensores) los lugares disponibles al interior de un estacionamiento, por ejemplo.

La tendencia conocida como “Internet de las cosas” o “Internet de todo” se basa en la hiperconectividad de los objetos para que, mediante pequeños sensores, se envíen alertas cuando, por ejemplo, esté por acabarse el gas en tu casa; entonces se enviaría un aviso a la compañía gasera, la cual acudiría a rellenar tu depósito.

Otro caso del grado de conectividad que trae consigo esta tendencia es que, hablando del ámbito de la salud, empresas como Google desarrollan prototipos de lentes de contacto inteligentes para medir los niveles de glucosa en las lágrimas de las personas con diabetes, para enviar reportes al médico y sea posible tratar diversos padecimientos de manera más oportuna.

De esta manera, cada vez habrá más dispositivos conectados a la red, como pantallas, refrigeradores, persianas, puertas, casas completas, esto solo por citar algunos casos en el hogar.

IMPULSO GUBERNAMENTAL

Las empresas y gobiernos impulsarán la colocación de sensores, conectados a la red para medir el uso de algún servicio como la luz, por ejemplo, y que cada mes se haga un corte automático de la medición, para que el recibo se envíe por email y el cargo del pago sea automático.

Asimismo, estos sensores y re ceptores colocados en ciertos objetos o lugares, pueden medir el gusto de las personas de acuerdo a sus hábitos de comportamiento. Por ejemplo, usando esta tecnología, si alguien va frecuentemente a una cafetería, este establecimiento podría implementar identificadores de radiofrecuencia (RFID) para obtener los datos del usuario y así poder ofrecerle beneficios como ofertas, y por otro lado, la empresa tendrá información de clientes con diferentes hábitos y podrá implementar diversas promociones.

De acuerdo con Ricardo Villate, vicepresidente de IDC Latinoamérica, “la conectividad de todas las cosas involucra soluciones tecnológicas que permiten las comunicaciones continuas y autónomas entre las máquinas, en este contexto la proliferación vendrá en mayor proporción del mercado de consumo, con conceptos como el hogar conectado, entretenimiento automático, billetera móvil, incluso cómputo para vestir o “Wearable Computing” (en elementos de ropa o accesorios), donde millones de conexiones inteligentes entre máquinas pueden generar nuevas dinámicas”. Con todo, Villate dice que en América Latina hay una etapa de adopción todavía incipiente.

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